Gloria Münchmeyer participó en un nuevo capítulo de Te paso a buscar, donde conversó con Pancho Saavedra sobre su carrera de actriz.

Pero el animador del programa de Canal 13 también le preguntó sobre el amor en su vida y su relación con el padre de sus dos hijos, Jorge Guerra.

La destacada intérprete, declaró que no cree en el matrimonio: “Creo en las relaciones profundas, estables, pero con plazos definidos, cada ocho años y renovables…”.

“Es muy difícil que tú seas la misma persona que cuando te casaste. Y los que lo logran es por una capacidad de adaptación muy grande”, agregó Gloria Münchmeyer.

En ese contexto, comentó que no logró mantener su vínculo con Guerra, porque él se enamoró de otra mujer.

“Yo tenía todas las ganas, pero él fue el que se enamoró de otra mina. En el fondo, yo lo eché cuando me di cuenta”, señaló sobre el rostro detrás del personaje infantil Pin Pon.

“Me dijo ‘no estoy seguro’, no le dije yo, ‘no vengas con cosas de inseguridades, te vas hoy día y se acabó la cuestión y si te arrepientes, ahí veremos si nos juntamos de nuevo, si estás con la duda no quiero que te quedes aquí’. Y así que le hice la maleta y se fue”, recordó Gloria.

Luego de eso, contó que “él se fue autoexiliado, primero al Perú, después a Ecuador y finalmente a La Habana, Cuba. Nunca recibió tanta plata, a veces mandaba plata, pero no era una cosa fija. Así que yo tenía que asegurar la mantención de los niños, como tanta mujer chilena”.

“Cuando él se fue, yo no sabía quién era yo. No era actriz, no estaba casada. Lo único que tenía era dos hijos que tenía que mantener y no sabía que mantener”, expresó, en alusión a su distancia de la actuación como sugerencia de Guerra, padre de su hija Catalina.

Por lo mismo, comenzó a ir a terapia, lo que le permitió volver al teatro, a actuar y a tener la gran carrera que se le destaca hoy.

Finalmente, actriz detalló que “gracias a la terapia volví al teatro, volví a actuar y me fue súper bien”.

Gloria Münchmeyer y la crianza de sus hijos

Tras el quiebre del matrimonio, dijo que quedó sola con la crianza de sus hijos fue muy difícil por los horarios de su trabajo.

“Mis hijos tuvieron adiestramiento especial para autoabastecerse porque yo no estaba”, declaró.

Sin embargo, también rememoró cuando los tres subían el cerro San Cristóbal, que era el lugar de paseo favorito.

“Salimos todo lo que podíamos, agarrábamos las bicicletas y subíamos el cerro. Subíamos también el teleférico”, cerró.