En la noche del sábado, Canal 13 emitió el tercer episodio de la nueva temporada de Lugares que hablan, en donde Pancho Saavedra vivió un duro momento.
Tras viajar desde Santiago hasta la Isla Navarino, al sur de Punta Arenas, el comunicador conoció a la señora Catalina, quien junto a su esposo tienen un emprendimiento de “colirrábano sour”, una variante de la clásica bebida preparada con una hortaliza que cultiva con mucho sacrificio.
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En dicha instancia, la mujer contó un complejo incidente que le cambió la vida. “Yo tuve un accidente, me enredé en una malla, me caí y me pegué en un poste, y yo dije ‘me quebré mi brazo’, y empecé a llorar”, expresó la trabajadora.
“¿Cuánto rato estuvo tirada usted?”, consultó el animador.
Tras esta pregunta, la entrevistada detalló que “creo que dos horas hasta que llegó mi hijo (…) me llevó al hospital, y ahí me tuvieron otras dos horas, me dieron morfina”.
“Y la doctora después de la radiografía me dijo ‘pero si no tienes nada, lo que puedes tener es un tendón aplastado’”, añadió.
“¡Le pusieron un cabestrillo y la mandaron para la casa!”, contestó sorprendido Francisco, mientras Catalina agregó: “Tuve que hacer varios exámenes particulares para salir más rápido”.
“O sea, usted, como no recibió atención en la salud pública, tuvo que ir por las suyas a hacerse exámenes particulares”, señaló molesto Saavedra.
Acto seguido, la mujer explicó: “El doctor me vio los exámenes, perdonando la palabra, me dijo ‘tiene la pura cagada en tu hombro, aquí no hay nada más que hacer, solo operar y luego una prótesis’”.
“¿Y de cuánto está operada?”, consultó el rostro de Canal 13, a lo que la emprendedora reveló: “Ojalá me hubieran operado, si todavía no me operan”.
La molestia de Pancho Saavedra
Producto de esto, Pancho Saavedra realizó una dura crítica. “Pero cómo nadie hace nada, acá una autoridad o un alcalde, no sé, alguien que diga algo, que muevan los papeles, que llame a la gente del Minsal”, manifestó.
“Qué vergüenza y qué indignante (…) me imagino que usted tiene que darse ánimo todos los días, porque tiene que soportar los dolores. Qué rabia”, afirmó enojado al conductor, quien no podía creer que la mujer tenía que pagar más de 8 millones de pesos si deseaba tratarse en el sector privado.
“Tengo que seguir adelante, aunque tenga dolores, porque no puedo quedarme estancada”, contestó emocionada Catalina, para luego continuar con el programa.