En la noche del lunes, Jhon Soto, exparticipante de Rojo, se presentó con gran éxito en The Voice.

Con una impecable interpretación de Ya no hay forma de pedir perdón, de Pedro Aznar, el cantante logró que Cami girara su silla, permitiéndole ingresar la competencia.

En ese contexto, el joven venezolano conversó con Página 7 para hablar sobre su aplaudida audición.

“La verdad es que no iba con alguna expectativa o enfocado en algo en especial, solo estaba súper nervioso, no había duda que pude conectarme con mis sentimientos y emociones”, dijo.

Con respecto a ser parte de The Voice, el concursante confesó que es todo “un sueño”, señalando que “quiero avanzar hasta donde más se pueda, y aprender lo máximo de todas las personas que están destinadas a enseñarme algo”.

Tal como reveló en conversación con Julián Elfenbein previo a su show en el estelar de Chilevisión, Soto llegó a Chile en enero de 2018, esto con el objetivo de lograr un mejor futuro.

“Este no ha sido un camino sencillo, me ha tocado muy difícil por el tema económico, ser extranjero no es fácil en este país ni en cualquier otro, por cómo está la situación en el mundo”, mencionó.

A lo anterior, el artista relató que a pesar de llevar 8 años sin ver a su familia, especialmente a su madre, sigue luchando por su “maletita llena de ilusiones por cumplir”.

La cesantía de ex Rojo tras ingresar a The Voice

En medio de la entrevista, el intérprete recordó un complejo momento personal tras buscar una posibilidad en el programa de talentos.

“He tenido varios trabajos que no han tenido nada que ver con la música. En el último tiempo duré un año en una tienda de una reconocida marca de zapatillas, pero me despidieron cuando se enteraron de que iba a estar en el programa, porque supuestamente yo no iba a tener un buen rendimiento y que me iba a pedir más días libres”, indicó.

“Me echaron, con un arriendo y muchísimas cosas, y ahora estoy viviendo con dos personas y trabajando en el Metro cantando, mientras pasa este período del programa”, agregó.

Este hecho, puntualizó el músico, le causó un gran impacto psicológico y económico. “Nadie espera vivir una situación así”, expresó.

“Así de loco como suena, es la racionalidad con que las personas manejan los negocios, es extremadamente fuera del alcance humanitario, igual todos somos un número, para qué estamos con cosas”, afirmó.

“Igual me despidieron”

Sobre las explicaciones que le entregó su exjefatura, el participante declaró que “a la primera que les pareció que no iba a tener tiempo, a pesar de que me había ganado premios por excelencia en el trabajo y fui el mejor vendedor por cuatro meses seguidos, igual me despidieron”.

En tanto, sobre su actual situación, aclaró que “ahora estoy viviendo en un cuarto chiquitito con tres personas más, que es lo que me alcanzó para pagar trabajando en el Metro”.

La verdad es que es bastante duro, y psicológicamente no estaba preparado para vivir en estas condiciones, pero agradezco mucho a mis amigos que me dejaron dormir en este rincón y así poder enfocarme en el programa”, manifestó.

Finalmente, Jhon Soto detalló cuáles son sus expectativas en The Voice. “Espero que me vaya lo mejor posible, porque solo Dios sabe lo que he tenido que sacrificar. No soy un cantante para impresionar, pues yo interpreto lo que siento en el momento y lo que quiero transmitir, señaló.

Quería dedicar mis presentaciones a todos aquellos valientes que vivimos lejos de nuestras familias y seres queridos, que en algunas ocasiones en silencio lloramos en cada cumpleaños, Navidad o fiesta importante”, sentenció.