Fue a fines de octubre cuando se conoció que el director de televisión Jorge ‘Rambo’ López, profesional de Canal 13, se encontraba en un delicado estado de salud, tras ser internado por la variante Delta de COVID-19.
Tras esto, su esposa, Susana Durán, reconoció que el profesional no estaba vacunado con ninguna dosis. “Fue varias veces, hacía filas para vacunarse, pero era acelerado y se iba porque tenía que esperar mucho”, dijo ella en aquel minuto.
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A casi cuatro meses de ser internado en la Unidad de Tratamientos Intensivos, López se encuentra recuperado. Ahora compartió su testimonio, sobre el difícil momento que no solo vivió él, sino que también su familia.
Respecto a su decisión de postergar la vacuna, ‘Rambito’ dijo que “me criticaron con justa razón, aunque jamás he sido antivacuna, fue de dejado (…) Lo pospuse”, comenzó diciendo a Las Últimas Noticias.
¿Se arrepiente? “Por supuesto, no debería haber pospuesto eso. Me pude haber muerto. Y el canal en ese aspecto es riguroso, súper preocupados de que estén todos vacunados (…) yo le hice el quite. Fue irresponsabilidad mía“, agregó.
Respecto a cómo afectó a su entorno este hecho, el exdirector de Bienvenidos indica que “a nivel familiar fue muy fuerte. Cuando uno tiene una enfermedad terminal, tienes tiempo para digerirla, llorar y hablar. Lo terrible de esto es que te despiertas no saturando nada, te vas de urgencia, tu señora te deja en la clínica y no viste más a tu familia. Fue heavy”.
Respecto a si pensó que podía fallecer por el COVID, él lo tuvo claro: “El tercer día (internado) sentí que me iba a morir. Uno siente cuando se está yendo. Sentí un vacío tremendo, inexplicable, un silencio y una oscuridad absoluta. Es muy difícil de transmitir”, contó.
Bajó 17 kilos
De todas formas, relata que esta experiencia “no cambió mi forma de ser, porque siempre he obrado bien en la vida. Sí cambié en el sentido de dedicarle más tiempo a mi esposa y mis hijos.”.
Pero no fue el único cambio, ya que su cuerpo también sufrió los embates del coronavirus: “Bajé 17 kilos y ahora recuperé unos 10. Todos me dicen que quedé mejor, que me hizo bien el COVID, porque estaba un poco guatón”, comenta con humor.
Por último, comenta qué fue lo primero que hizo al recibir el alta médica: “Me comí un Barros Luco. La comida de la clínica es rica, pero muy poca. Me empecé a recuperar cuando me dio hambre”, sentencia.