Corría el año 1995 cuando el actor Ricardo Pinto debutaba con una pequeña aparición en Estúpido Cupido, obteniendo así el impulso para dar vida a queridos personajes de la época dorada de las teleseries en TVN.
Su primer rol más grande fue el de Jeremías Alegría, un chofer en Sucupira, ficción estrenada en 1996 y que actualmente es retransmitida en la señal nacional.
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Desde allí, Pinto siguió participando en otros proyectos, como en Romané donde daba vida a ‘el Taza’, un pescador que tenía dificultad para escuchar, por lo que sus compañeros debían repetirle la mayoría de las conversaciones.
Asimismo, participó con roles secundarios en las teleseries Santo Ladrón y Amores de Mercado; en esta última interpretó a un misterioso ciego sordomudo.
A dichos proyectos se suman sus personajes en Pecadores y Los Treinta, siendo esta su última participación estable en una teleserie antes de su salida de pantalla, y un breve paso por la serie Huaiquimán y Tolosa.
Lo anterior, y ante la falta de proyectos Pinto regresó a vivir a su ciudad natal, Temuco, lugar en el que se desempeña como docente.
El presente de Ricardo Pinto
El actor de las clásicas producciones de TVN está a cargo de estudiantes de una escuela artística donde da clases de teatro, una actividad que está directamente ligada a sus estudios de pedagogía en castellano en la Universidad de La Frontera.
En una entrevista el año 2018 en el programa Factor Regional, el intérprete se refirió a su paso por televisión y cómo fue ser parte de una de las épocas más exitosas de las áreas dramáticas.
“Me tocó la suerte de estar en una época donde Vicente Sabatini estaba experimentando en salir. La primera fue Estúpido Cupido y se hacía en una hacienda. Ahí se pavimentó como calles y se ambientó en los años 60. Fue harta producción”, contó.
Y añadió: “Viajé, conocí Chile. Las producciones eran grandes, se movían al menos 100 personas entre todo el equipo, y cada uno con responsabilidades”.
Eso sí, manifestó que no mantiene contacto con los miembros del elenco de aquellas teleseries, pese a que incluso fue compañero de Francisca Imboden, Paz Bascuñán, Francisco Ossa, Javiera Contador, entre otros.
“La gente no se visita, se apaga la luz y chao, chao. No hay una vida social, es como ‘la vida de la tele’. Para mi gusto tengo solo tres amigos de ahí: Mauricio Pesutic, Luchito Alcaide y Alfredo Becerra, los que hice en 16 años que viví en Santiago”, dijo en aquella oportunidad.
Adiós a la televisión
Consultado sobre qué lo motivó a abandonar la televisión, Ricardo Pinto comentó que estuvo “mucho tiempo en la banca, y eso me motivó a decir que mi época en Santiago pasó”.
“Ahí Mauricio Pesutic me dice que pare un rato, que era una mala racha. Él vive de eso, pero no era mi prioridad estar en televisión, pero cuando te dejan mucho al lado te empiezas a cuestionar. (…) Yo no lo decidí, solo que se dieron las cosas y pensé como los salmones que quieren volver a su río”, señaló.