Paulina Urrutia fue parte de una icónica teleserie de los 90, Fuera de Control, donde dio vida a una de las villanas más recordadas: Sarita Mellafe.

En conversación con el podcast Impacto en el rostro, la actriz recordó su papel en este proyecto que es recordado hasta nuestros días.

“Ella era verdaderamente una villana. Lo que pasa es que la villana de las teleseries es una maqueta, es una galla mala, que hace daño. Y para qué decir los villanos de ahora en las teleseries nocturnas, que son asesinos, pedófilos, etc. La Sarita no tiene eso”, partió comentando Paulina.

Según relata Urrutia, a su juicio este personaje por muy malo que sea, tiene ciertos rasgos que son del gusto de algunas personas, y eso lo volvió atractivo hasta nuestros días.

Claro que según ella, el verdadero antagonista era Axel Schumacher (Luciano Cruz Coke): “El mío era un personaje secundario, no era el verdadero antagonista, pero no sé cómo terminó teniendo esta importancia”.

Pero junto con esto, Paulina Urrutia recordó que no la pasó tan bien durante las grabaciones, sobre todo por un problema que se generó con su colega Úrsula Achterberg que daba vida a Silvana Maldonado Esparza, ‘La diente de oro’.

Complejas grabaciones

“Fue bien traumática esa teleserie, en todo sentido, las situaciones eran muy oscuras (…) Yo noté en Úrsula una distorsión, ella comenzó a confundir la ficción con la realidad. La Sarita Mellafe trataba muy mal a su personaje, pero ella comenzó a sentir que era yo la que la trataba mal”, recordó la intérprete.

Y es que entre broma y textos de los guiones, Paulina se percató que Úrsula se estaba tomando algunos comentarios demasiado literales, como si se lo estuviese diciendo de manera personal.

“Estaba confundida. Cuando viajábamos al sur a grabar las escenas en el lago, la Úrsula no se juntaba con nosotros. Y eso que en ese momento se había armado algo muy bonito, nos hicimos muy amigos Luciano Cruz Coke, Javiera Contador y Claudia Conserva. Fue la primera vez que tuve amigos en TV”, complementó.

Al final, Urrutia detalló que se pudo ver la fragilidad y vulnerabilidad de parte de Úrsula Achterberg y “eso hacía muy tensa las grabaciones”.