Connie Achurra, la músico, actriz, cocinera de vocación, entre otras aptitudes, estuvo este jueves invitada en el programa por Instagram Live del periodista Hugo Valencia, Un Café con Hugo, donde conversó sobre su diversidad de talentos y sus proyectos a futuro.

En el espacio, la cocinera abordó su paso por el programa Rojo Vip el año 2005, siendo aquella su primera incursión en televisión donde fue jurado. “Lo primero que hice en tele fue el Rojo Vip. Fue súper entretenido porque en esa época todo me daba lo mismo y llegue a esa época donde todos eran muy cuidadosos y a mi como todo me daba lo mismo, lo disfrute mucho”, comentó.

Recordemos, que dicho programa consistía en una competencia donde figuras de gran trayectoria buscaban ganar un premio de 60 millones de pesos. En la lista de participantes estaban cantantes como: Buddy Richard, Cristóbal, Luis Dimas, Miguelo, Miguel Piñera, Peter Rock, Mónica de Calixto, Irene Llanos entre otros artistas.

“No era la mala, pero no era amable. Yo les decía ´te desafinaste, me da lo mismo que seas un gallo de tantos años, pero yo, como profesora de técnica, te desafinaste´. Había algunos que no me tenían mucha buena, pero había otros con los que me llevaba súper bien. Yo era la pesada, yo les decía que estaban desafinados y se enojaban”, asegura la actriz quien fue jurado del programa.

Connie Achurra además fue jurado del programa Rojo Fama Contrafama, sobre su paso por el espacio asegura: “lo evalúo bien, lo que pasa es que en esa época estaba muy de moda la farándula y yo era una hippie que me daba lo mismo todo y había mucha gente que me decía que hiciera lobby para hacer carrera y eso básicamente era hacer cosas para estar en un programa de farándula, que alguna vez me llamaron, y no me interesaba en lo absoluto, entonces se terminó el Rojo y yo no hice ningún intento por mantenerme en la tele”.

Sana y feliz

Si bien sus inicios en televisión tuvieron que ver con la música, su verdadera pasión, la cocina, la llevó a convertirse en un símbolo de la comida Sana y feliz, como es el título de sus dos primeros libros de recetas.

Sin embargo, esta pasión también le ha traído más de un dolor de cabeza. Tras el inicio de la pandemia, empezó a compartir clases a través de Facebook donde recibió muchos elogios, pero también críticas de usuarios que opinaban de los aspectos más íntimos de su vida.

“Yo no soy buena para quedarme callada. De partida no me siento una figura pública, soy una cocinera con una comunidad grande, pero no siento que eso le de derecho al resto de decirme una pesadez o faltarme el respeto. Siento que parte de tener una comunidad es aprender cómo nos tratamos, entonces yo les digo ´yo no ando metiéndome en tus fotos diciéndote si te ves bien o no con ese vestido´”, expresó.