¿Recuerdan la serie Dinosaurios? Este programa fue emitido entre 1991 y 1994, y era una sitcom estadounidense que tenía como protagonistas a una familia de dinosaurios, que era el fiel reflejo de una familia de clase media muy típica de los 90.
Como todo se trataba de una parodia a los humanos, estos personajes tenían problemas con el trabajo, las relaciones familiares, y también con temas de contingencia. Pese a que era un proyecto dedicado al público infantil, también incluía temas de actualidad, como el racismo, la homosexualidad, la religión y también la contaminación.
Muchos tal vez no lo recuerdan, pero el último capítulo de Dinosaurios, transmitido en 1994 planteó la extinción de la especie, pero de una forma distinta. No fue por la llegada de un meteorito, sino que por culpa de ellos mismos.
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El episodio final expone que los personajes llegan a su fin debido al calentamiento global generado por el actuar irresponsable de los personajes, de hecho, se llama ‘Naturaleza Cambiante’. Debido a que hay escasez de agua en el mundo, Ear Sinclair, junto a sus compañeros de trabajo, no encuentran nada mejor que generar nubes ficticias para que llueva.
Para hacer esto, hacen explotar los volcanes para que haya nubosidad y así caiga agua. El problema es que eso provocó que se ocultara el sol, lo que hizo descender la temperatura de la Tierra. La ola de frío provocó que los habitantes del planeta compraran más estufas que afectaron la condición del aire. Un caos total, pero, ¿les suena conocido?
Al final, no pudieron revertir este problema, lo que generó una era glaciar devastadora para los dinosaurios. Ante esto, Earl hizo una reflexión que hoy tiene mucho sentido.
“Confié ciegamente en el progreso y la tecnología, y no sentí respeto por la naturaleza. Es fácil abusar de la naturaleza, como siempre ha estado ahí (…) Lo que ha pasado es que pusieron a papá en frente del mundo, y él no ha sabido cuidarlo. Tengo la impresión de que no va a quedar ningún mundo en el que vivir”, explicó Earl a su hijo, el bebé Sinclair.
El pequeño preguntó si se podían mudar a otro planeta, y la respuesta de su papá fue clara: “Pues no, no tenemos a dónde mudarnos, solo tenemos este mundo (…) Al final todo se solucionará, los dinosaurios hemos estado hace millones de años sobre la tierra, no vamos a desparecer así no más”.
La escena final es realmente dramática. Un reporte meteorológico previó nieve, oscuridad y bajas temperaturas sin saber cuándo cambiaría el tiempo. Ahí termina la serie, casi dejando en evidencia que todos los personajes murieron debido a sus propios errores. ¿Había otro planeta para vivir? La respuesta fue no.
Si bien esto pasó hace 24 años, hoy tiene mucho sentido, pero de una manera distinta. Las temperaturas han llegado a límites insospechados, de hecho se espera que para el 2100, el planeta aumente entre 3℃ y 5℃.
El gran problema de esto, según la ONU, es que si se logran pasar estas cifras, el daño ambiental será simplemente irreparable. Esto va en línea de lo debatido en la Cumbre sobre Cambio Climático realizada hace unos días.
En este sentido, las Naciones Unidas también enfatizaron en que una de las medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podría suponer una gran diferencia en la lucha por el cambio climático. Pero paradójicamente, esto es justamente lo que no hicieron los dinosaurios en la serie, ni nosotros tampoco.