La piloto estadounidense de autos Jessi Combs, considerada “la mujer más rápida en cuatro ruedas” tras haber establecido un récord de 640 km/h en 2013, murió en un accidente al intentar batir ese registro.
Los servicios de emergencia fueron informados el martes que un vehículo equipado con un motor a reacción se había estrellado en el desierto de Alvord al intentar batir un récord de velocidad, señaló en un comunicado el comisario del condado de Harney, en Oregon, oeste de Estados Unidos.
Los policías identificaron a la persona accidentada como Jessica (Jessi) Michelle Combs, de 39 años.
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“Jessi Combs estaba muerta. Las causas del siniestro son desconocidas y son actualmente objeto de investigación”, subraya el texto.
La mujer, que participaba igualmente en varios programas de televisión en Estados Unidos, había decidido retomar en 2018 la conducción de su auto a reacción para mejorar sus resultados.
Según sitios especializados, había superado los 680 km/h, pero su intento no había podido ser validado oficialmente en razón de un problema mecánico.
Combs se había fijado como objetivo superar la marca de la “mujer más rápida del mundo”, en poder de la estadounidense Kitty O’Neil desde que en el mismo desierto de Alvord superó, en 1976, los 825 km/h a bordo de un vehículo de tres ruedas.
Terry Madden, un miembro de su equipo, subió un video a su cuenta de Instagram para referirse a esta pérdida, que lo dejó muy afectado. En la grabación aparecen ambos en distintos momentos.
“No sé cómo decir nada de esto, pero hay que decirlo todo. Nunca he amado o sido amado por nadie tanto como esta increíble mujer @thejessicombs ella fue verdaderamente mi unicornio y disfruté cada minuto que tuve con ella. Fue el espíritu más asombroso que he conocido o conoceré”, escribió.
Según señaló en el extenso texto: “Lamentablemente la perdimos ayer en un horrible accidente, fui el primero en llegar y créanme, hicimos todo lo humanamente posible para salvarla”.