Junto con la competencia de la tercera temporada, Rojo nos tiene acostumbrado a ver las historias de vida de sus integrantes en cada capítulo. Esta vez fue el turno del bailarín Rodrigo Canobra.
A un año de su llegada al programa, el periodista Roberto Van Cauwelaert repasó con el bailarín diferentes aspectos de su vida, empezando por el casting, revelando que postuló en la primera temporada pero no fue seleccionado, lo que le afectó en su confianza.
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“Me cuestioné si tenía el talento suficiente para estar ahí. Siempre he sido un poco indeciso, pero el programa me ha ayudado a ganar confianza”, comentó Canobra, quien dejó la carrera de ingeniería en construcción para dedicarse a lo que ama: el baile.
Afortunadamente, logró clasificar a la segunda generación del espacio buscatalentos, lo que lo llenó de emoción ya que, según él, era justo lo que necesitaba. “Lloré mucho. Estaba en un proceso súper vulnerable y me vino como anillo al dedo el llamado”, explicó.
Ya en el programa contó que “ha sido una experiencia única, es difícil explicar la cantidad de emociones. Es una bomba de emociones. Hay frustración, amor, felicidad, llanto. Era mi sueño, mi mayor aspiración. Yo quería bailar en la tele”, contó emocionado.
El sueño de la independencia y la pena familiar
Junto con la confianza, el programa le permitió a Rodrigo un anhelo que tenía hace tiempo: la independencia. Y fue el mismo notero de Rojo, quien lo acompañó en la mudanza desde la comuna de Pudahuel, donde vivía con sus abuelos, su madre y ‘Claudia’, su perrita, hasta su nuevo hogar.
“Tenía muchas ganas de poder buscar la independencia. Es parte de la confianza que te entrega el programa”, sostuvo, pero luego dio a entender que no todo es alegría, ya que vive un complicado momento familiar.
“La relación con mi mamá está quebrada. Pensamos muy diferente, vemos la vida desde diferentes ópticas. A mi papá lo veo súper poco y no sé si nos preocupamos de tener esa relación padre-hijo que de corazón me hubiese gustado tener”, se sinceró.
“Es triste tener que decirlo; me gustaría que fuera diferente, pero no puedo engañarme”, indicó, a lo que Van Cauwelaert le preguntó de dónde venía el quiebre. “De pequeño viví situaciones que me afectaron mucho. Viví en un ambiente de violencia y yo siempre me he alejado de la violencia”, comentó, añadiendo que su refugio en ese momento fueron sus amigos y el baile.
De todas formas, le mandó un mensaje a su familia para mejorar la relación. “Voy a agotar todos mis recursos para que seamos una familia unida”, remató el integrante del ‘Clan Rojo’.
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