El capítulo transmitido este martes de la teleserie de Mega, Verdades Ocultas, estuvo marcado por la alta tensión que generó el descubrimiento de Alonso: era Eliana quien tenía secuestrado a Tomasito.
Las imágenes mostraron al guardaespaldas irrumpiendo en la casa donde pilló a Agustina llorando por su hijo, el que estaba en brazos de la pareja de la villana. Sin embargo, su rescate terminó de la peor forma, ya que en sus intentos por recuperar al niño, Agustina lo “traicionó” pegándole con un palo.
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La muerte de Alonso llegó momentos más tarde, cuando la pareja de Eliana lo llevó al subterráneo y le disparó, escuchándose el estruendo del arma cuando las protagonistas salían de la casa.
Con respecto al deceso de su personaje, el actor Santiago Tupper, quien le dio vida al desafortunado detective Toledo, dijo que “es una muerte súper sorpresiva y tiene que ver con la tónica de la teleserie, que nos sorprende siempre con cosas inesperadas y que le dan un gran valor a la historia. Verdades Ocultas es una teleserie en la que nunca sabemos qué va a pasar“, señaló.
En ese contexto, añadió: “esto es algo que instaló Game Of Thrones, en donde los héroes van muriendo y uno no se lo espera”, y destacó que “es una fórmula muy bien utilizada y que a mí me genera mucha importancia porque a través de Alonso era la única oportunidad de resolver el tema de Tomasito. Alonso tenía todo ahí, estaba cerca, pero increíblemente Agustina le cambia los planes y termina muriendo“.
Según palabras del actor, el desenlace de su personaje se grabó en enero de este año, en una casa de la zona de Lampa. Por otro lado, el subterráneo en donde es encerrado, es propiedad de la productora que realiza la telenovela.
Para finalizar, contó una desafortunada anécdota: quedó con moretones tras la escena. “Este tipo de escenas son siempre las más entretenidas, salen de lo que uno está acostumbrado a hacer en teleseries. Y cuando me tocó que me arrastraran y me bajaran por la escalera, me pasó algo especial“.
“Uno ve las películas y cree que a los actores no les pasa nada en situaciones así, pero puedo contar que sí duele, veía y sentía a mis pobres talones cayendo. De hecho, quedé con un pequeño moretón. Pero toda valió la pena porque creo que quedó un muy buen trabajo en general”, señaló.
