Una compleja situación está viviendo la comerciante viñamarina Mavelyn Amaya Allendes, quien denunció que el comediante Lucky Buzzio, más conocido como ‘Pichulotote’, la había amenazado y exigido que le pagara un monto cercano a los 120 millones de pesos por utilizar el nombre artístico en una ramada en el Sporting Club de Viña del Mar.

Según contó esta mujer, todo inició en 2009 cuando Mavelyn y su familia decidieron bautizar su local con el nombre del personaje de Morandé con Compañía, situación que se repitió en al menos cinco ocasiones más. Luego de un tiempo, Lucky comenzó a contactarla para hablar respecto al nombre.

“Me dijo que esperaba que nos fuera bien. Además hace tres años me dijo ‘¿Tú sabes que ese nombre está registrado?’ Pero la verdad es que en todo ese tiempo ningún cliente preguntó por él, yo explicaba que el nombre se debía al tamaño grande del anticucho”, expresó la mujer en conversación con BioBioChile.

Si bien en un principio todo fue muy cordial, la situación cambió en 2016, cuando el comediante la contactó para poder asociarse con ella. Su idea era realizar un pequeño show por un monto cercano a los 350 mil pesos, sumado a un cobro de mil pesos por cada fotografía que se sacaba con el público.

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Mavelyn se negó de inmediato a la propuesta, ya que su local no tiene las condiciones para armar algo así: “Se lo tomó mal, de forma negativa (…) Lo único que yo pago acá es un derecho y el piso que es caro. Entonces si hacemos algo así nos pueden clausurar el contrato de inmediato”, indicó.

Luego de esto, fue que Lucky Buzzio habría insistido al punto de cobrarle 120 millones de pesos por ocupar la marca ‘Pichulotote’, por lo que interpuso una demanda civil en Viña del Mar: “Él me dijo que quería plata, le respondí que no tenía. Él mencionó que me podían embargar, yo le indiqué ‘entonces que me embarguen’. Ante eso recibí otra llamada amenazando que si yo no depositaba cinco millones en una cuenta yo iba como a desaparecer. Después me dijo que me contactara con su abogada”, concluyó.

¿Cuál es la versión de Lucky Buzzio?

El comediante, que ahora reside en Miami, Estados Unidos, no quiso referirse al tema, pero sí lo hizo su abogada Isabel Sánchez, quien aclaró que efectivamente existe una demanda por el mal uso del nombre ‘Pichulotote’, lo que implica un delito civil.

“La marca está inscrita desde el 2014 en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual por un giro amplio que incluye restoranes y venta de carnes”, explicó la jurista, agregando que en 2017 le había advertido que el nombre estaba registrado: “Es efectivo que él le pidió a ella un pago por ir, debido a que es una marca registrada, y ella se negó”.

Respecto al supuesto cobro de 120 millones, Sánchez aclaró que es totalmente falso, y que las únicas sanciones que se podrían generar serían por la misma demanda. Además, la abogada aprovechó de explicar un video que publicó el comediante, en donde se desligó completamente del local, para evitar futuras confusiones.

“Como ella usó el nombre, muchos clientes que iban pensaban que él estaba detrás de la ramada. Entonces lo que hizo con el video fue aclarar que no tiene nada que ver con el negocio y que si pasa algo extraño no es responsabilidad de él”, aclaró.

Por ahora habrá que esperar al desarrollo del juicio, ya que aún no ha sido fijada la primera audiencia de este caso.