Bastante fue la preocupación que vivió el conductor televisivo, Eduardo Fuentes, luego que se le diagnosticara un cáncer de tiroides que lo condujo a pabellón el 27 de febrero.

La cirugía resultó ser un total éxito, pero aún estaba pendiente conocer los resultados de la biopsia, que fueron positivos. La situación culminó este domingo con un celebrado costillar de cerdo junto a su familia.

Esto se debe a que tras la extirpación de la glándula la biopsia a la que se sometió Fuentes indicó que la enfermedad está bajo control. “Me informaron que la biopsia estaba buena, el cáncer estaba encapsulado, y no había comprometido ningún órgano circundante“, contó el animador a Las Últimas Noticias. “Esto ratifica que el diagnóstico fue justo a tiempo, fue providencial encontrarlo, porque estaba a punto de generar una suerte de metástasis“, agregó.

En el asado estuvieron presentes su hija Alma, su esposa -la periodista Andrée Burgart-, la abuelita de ella y su suegra.

Afortunadamente todo salió ayer, fue como un respiro“, admitió Eduardo tras señalar que de haber sido un panorama peor, tenía que someterse a un tratamiento con yodo radioactivo. “Sinceramente yo no tenía mucho interés ni ganas de hacérmelo“, dijo.

Las palabras del comunicador dichas al diario fueron complementadas con un saludo a los miles de seguidores que posee en Instagram. “Nuevamente gracias por las oraciones, buenos deseos y energías. Me pone sensible el tema, pero valor todo. Los invito a cuidarse, controlarse, no hacerse el Larry con su salud“, Fueron algunas de las palabras del conductor de Mentiras Verdaderas.

¿Y cómo no celebrar si todo sale bien? La cirugía, la biopsia y el post operatorio han sido mucho más exitosos de lo que pensábamos. La recuperación es muy buena. El cáncer estaba encapsulado y extirpado justo a tiempo. ¿Fortuna? ¿Coincidencia? ¿Mis ángeles? Quién sabe… lo cierto es que así no más fue. Nuevamente gracias por las oraciones, buenos deseos y energías. Me pone sensible el tema, pero valor todo. Los invito a cuidarse, controlarse, no hacerse el Larry con su salud. Lecciones aprendidas: nada es tan importante… menos las discusiones triviales del día a día… y que la vida es demasiado linda como para no valorar los detalles simples. Esos que de tan cotidianos parecen invisibles. Son experiencias personales, cada quien verá que le mueve el piso. Ah… y tomarse la vida con humor… ¿tontos graves? Eliminados por convivencia. Gracias Andrée… eres el mejor apoyo siempre. Y Alma, la mejor dosis de medicina del mundo.

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