En 1993, TVN estrenó el clásico programa Mea Culpa, que recreaba alguno de los crímenes más impactantes de la época, bajo la conducción de Carlos Pinto, quien alcanzó a estar 16 años en la conducción de este espacio.
Sin duda, el sello que marcó el programa, más allá de las macabras historias, fue el humo que aparecía cada vez que Carlos Pinto intervenía para relatar los casos. Casi como una aparición fantasmal, el periodista se asomaba entre el denso humo para contar detalles de los crímenes que han ocurrido en Chile.
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Lo que se podría pensar como una genial idea para potenciar un espacio de crímenes, nació en realidad desde un error. Así lo comentó Carlos Pinto en el programa Mentiras Verdaderas , ante la sorpresa del conductor Ignacio Franzani.
Justo antes de que demolieran la antigua cárcel de Santiago en 1993, la producción de TVN se consiguió el lugar para poder grabar la presentación de Mea Culpa: “El director de ese tiempo dijo que debía ser perfecto, así que lo grabamos unas 20 veces. Había una máquina de humo y el tipo que la operaba no era muy diestro, entonces de repente salía mucho, el viento lo movía, pero en realidad no era humo”.
El conductor de Irreversible reveló que la idea original era generar una sensación de frío para la presentación, como una idea de niebla, “pero lanzaba unas cantidades enormes de humo. Al final le dije, tira con todo, yo voy a esperar que baje y ahí me meto. Entonces cuando bajaba, ahí salía yo”.
“Esto es un dato revelador, el clásico humo nace por la inoperancia del señor de la máquina”, fue el comentario de Ignacio ante esta historia. “La idea era niebla, un efectito de frío, pero nunca pudo lograrlo”, comentó después Carlos.
“Fue una jornada agotadora. Después cuando vi las imágenes era como un santo sobre una nube. Eso fue una anécdota, un error. Desde entonces cada vez que tengo que hacer una presentación, hay un tipo con una máquina de humo”, concluyó entre risas el animador del extinto Mea Culpa.
Te dejamos la presentación del programa de TVN que fue grabada en 1993 y en la que aparece justamente el clásico humo que ha acompañado a Carlos Pinto toda su carrera televisiva.



