No era nada raro en los pasillos de os canales de televisión encontrarse con Marcela Vacarezza copuchando con amigas y disfrutando de un cigarrillo.
Es que la señora de Rafa Arenada, era buena para fumar, más de 7 u 8 cigarrillos era su cuota diaria, pero hoy esa dosis ha bajado de manera más que considerable.
El secreto de la preciosa y escultural periodista es, nada más y nada menos, que el running. Es que su marido la introdujo en el mundo del trote y hace algunos meses finalmente se entusiasmó y hoy lo práctica de manera bastante más regular y consciente, lo que ha mejorado su condición física y al mismo tiempo ha removido parcialmente su vicio.
“He bajado el pucho, porque con el trote el cuerpo te va pidiendo menos cigarro. No he dejado de fumar. Fumaba, normalmente, 6 o 7 puchos diarios, pero en el día ahora no estoy fumando, es más en la noche”, confesó Vacarezza en Lun.
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Marcela completó su primera carrera “oficial” hace no días en la corrida nocturna en Pucón y lo completó en mejor tiempo del esperado y sin gran cansancio.
“Ahora si carreteo en la noche y fumo mucho el cuerpo lo resiente y uno mismo siente el pucho. Cuando no fumo tanto, me canso menos”, dice la conductora que se ha vuelto una fanática del trote, incluso ahora ya no necesita la compañía del Rafa para salir, sino que sólo buena música y sus zapatillas.
“Yo voy de lunes a viernes al gimnasio y troto un rato en la huincha donde se pasa rápido el trote viendo la tele. No me gustaba esto de ir a trotar outdoor. Pero empezamos de a poco y ahora vamos en 8 kilómetros en una hora. Le agarré el gusto, porque vas viendo el paisaje, es un momento de relajo”, agrega la rubia que por estos días disfruta aún de los hermosos paisajes de Pucón.
Así, la ex animadora de Alfombra Roja, se enamora de esta pasión que cada vez atrapa a más personas y familias que también la han impactado positivamente.
“Pasó en la corrida nocturna: yo nunca había participado en una y la encontré increíble. La gente te tira ánimo, van familias completas trotando a su ritmo. Yo pensé que me iban a pasar todos por encima, pero hicimos 17 minutos menos que lo que hacemos normalmente con el Rafa de la pura energía que se vive ahí. Terminé feliz. Después…Una ducha rica y un merecido premio: un puchito con una copita de champaña”, contó entre risas la preciosa comunicadora que se prepara ahora para deslumbrar como lo ha hecho en ediciones anteriores en la gran gala del festival de Viña.
