Todos los días, o casi todos, podemos ver a los rostros de TV o de la farándula local en eventos de alta o mediana alcurnia.

Estos pueden ser de cosméticos, vestuario, joyas, calzado, deportivo, etc. Siempre hay rostros conocidos en ellos, a quienes les llegan invitaciones para que asistan. Este es el caso de Vesta Lugg, Raquel Calderón, Gianella Marengo, Catalina Pulido, entre tantos otros.

Algunos reciben pequeños obsequios de regalo, o canjes, mientras que otros reciben dinero.

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En este contexto, el periodista de farándula Juan Pablo Queraltó, quien también asiste a estos eventos, explicó a Glamorama que “Las marcas generalmente piden a algunos rostros determinados a las agencias, las cuales sirven de intermediario: contacta a los invitados para los eventos. En otras ocasiones la agencia tiene rostros súper claros”.

El panelista del programa SQP de Chilevisión aclaró que “La agencia no les paga a los invitados, solamente los invita constantemente y los hace partícipes de las distintas marcas. Las marcas igual te regalan alguna cosita en el evento, o hay algún equipo de canje. Depende de lo que sea”.

A esto agregó que “También hay agencias que con sus propias marcas arman lazos para tener embajadores. Por ejemplo, Brooks tiene embajadores, las chiquillas que corren y les regalan mucha plata en ropa de la misma tienda. Además que puedan viajar, a Las Vegas, a las maratones” (como es el caso de Cata Vallejos).

“Yo soy embajador de la marca de autos Lifan. En este caso, no te dan un auto, te lo pasan para que tú andes dando vueltas por Santiago y te movilices. Eso sí, tienes que pagar la bencina, pero ellos te pagan el TAG y las revisiones del auto”, señaló a Glamorama.

“Semanalmente me llegan dos o tres invitaciones. Es harto, pero uno no siempre tiene el tiempo para ir a todos. También hay que escoger cuál es el que te conviene y que valga la pena, o sino al final pareces canapé apareciendo en todos lados. Hotuiti Teao con la Fran Ayala van a todo, no discriminan nada, va desde el evento del jabón al evento de la joya. A todo“.

Finalmente señaló que “Hay un porcentaje de eventos donde sí les pagan a los rostros. No es mucha plata, pero les pagan. Desde $ 50.000 a $ 200.000 por estar ahí parado, pasarlo bien, tomarte algo, compartir; te regalan alguna cosita y te vas para tu casa. Hay gente que perfectamente podría vivir de esto. Algunos se lo toman como un trabajo, un negocio, y les resulta”.