Peor que Universidad Católica está el cocinero de MasterChef, ya que al segundo lugar obtenido en el programa de cocina, anoche sumó un nuevo subcampeonato en el estelar de Canal 13.

Al igual que en el espacio culinario, el calvo chef era candidato seguro al título, sobre todo después de competir en la final contra Fernando Solabarrieta, quien no figuraba en las apuestas como rival a vencer en la etapa decisiva.

Bueno, a la hora de la verdad y cuando los invitados de la noche se jugaban sus cartas hablando de algunos pasajes de su vida, Ignacio se refirió a lo duro que fue su infancia y juventud sumido en la pobreza, motivo que lo llevó a delinquir. También se explayó sobre su nula relación con su padre biológico.

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Todo a lo anterior fue un aperitivo comparado con el hilarante ‘chascarro’ que vivió hace años atrás.

Con tono de comediante, ‘Nacho’ comenzó a narrar la historia que protagonizó en una discoteque a la que acudió con sus amigos. Con unos cuantos vodkas en el cuerpo comenzó a aumentar su galantería, y se acercó a una persona de pelo largo para invitarla a bailar.

A medida que se acercaba a su ‘presa’, se dio cuenta que tenía manos grandes, voz ronca y manzana de Adán. Bueno, si aún no entiende, se trataba de un hombre.

Para no quedar como un irrespetuoso, el recolector de basura no aflojó y terminó bailando por cerca de 30 segundos con su compañero de género, hasta que le ofreció disculpas y se fue rápidamente.