El cantante que pertenece a una pandilla de San Diego, California, podría estar implicado en un caso de tiroteos junto a 15 otros sujetos de la misma banda.

El protagonista de esta polémica es Brandon Duncan de 33 años, que rapea bajo el nombre Tiny Doo, y si bien no se le acusa de proporcionar armas o estar presente en los nueve tiroteos que aterrorizaron a un barrio donde la pandilla Lincoln Park ha actuado violentamente largos años para proteger su territorio, se le está investigando debido a su último material discográfico donde promovería hechos delictuales, informó el medio Los Angeles Times.

Según los antecedentes que han recabado hasta ahora, los fiscales dicen que Duncan se ajusta a la definición legal de un pandillero que “deliberadamente promueve, impulsa, o ayuda a cualquier conducta criminal por los miembros de esa banda“.

Duncan es un miembro de una pandilla documentado con un “apodo pandilla” de TD, de acuerdo con la policía de San Diego. En 2008 fue acusado de instigación y el proxenetismo, aunque los cargos fueron posteriormente despedidos.

El abogado de Duncan, Brian Watkins, argumenta que el uso de una ley del año 2000, para culpar al cantante, es “absolutamente inconstitucional“.

Las pruebas contra Duncan consisten en su álbum de rap y diversas fotografías de páginas sociales donde aparece él junto a otros acusados, lo que no es raro pues el rapero creció en un barrio con pandilleros.

El juicio está programado para comenzar el 4 de diciembre, y si es declarado culpable arriesga una pena que va desde 25 años de cárcel a cadena perpetua.