A principios del año pasado, Mauricio Pinilla se cambió de ciudad luego de firmar con Coquimbo Unido, equipo que llegó a reforzar.

Su carrera futbolística lo distanció de su familia, que se quedó en Santiago. Él arrendó un departamento en Las Tacas, con vista al mar, donde frecuentemente era visitado por Gissella Gallardo y sus tres hijos.

En un comienzo, la pareja no quiso cambiar la rutina de los niños, pero ahora esa situación cambió, ya que volverán a vivir juntos debido a que él renovó con el equipo.

“Mi señora viajaba todas las semanas a verme, los niños de jueves a domingo. Era muy cansador. Fue una rutina muy distinta a la que teníamos antes y nos extrañábamos mucho. Por eso, cuando tomamos la decisión de renovar con Coquimbo Unido también significó venirnos acá como familia, juntos”, comentó el jugador a LUN.

Hace cuatro días se instalaron en la casa que eligieron para vivir: “Todavía estamos amoblándola y resolviendo el tema del colegio de los niños. Por suerte ya encontramos uno donde pueden ir los tres y mantener el inglés, tal como en Santiago. Es un sacrificio grande para nosotros porque significa sacarlos de su zona de confort, de lo habitual. Además, yo les había prometido que no los iba a cambiar más de casa y colegio“.

Ver esta publicación en Instagram

My family 🙌🏻❤️

Una publicación compartida de Gissella Gallardo (@gissepaz) el

A su vez, reveló al medio cómo convenció a sus hijos del cambio de ciudad. “Les dije: ‘niños, tenemos que decidir qué vamos a hacer como familia. ¿Quieren que esté más con ustedes o que siga jugando?'”, contó Pinilla.

Los dos menores no tuvieron problema en aceptar, pero para la mayor, Agustina de 14 años, fue más complejo. No obstante, entendió que “eran los últimos años del papá como futbolista y que era importante estar unidos como familia. Moverse no era lo ideal, pero las circunstancias se dieron así. De a poquito fue entendiendo que había que hacer un último sacrificio”.

Mauricio asegura que “este cambio nos va a ayudar, nos va a acercar. Nos va a servir para recuperar el tiempo perdido el año pasado”, rescatando que Coquimbo es un lugar más tranquilo para vivir, en comparación con la capital.

“En Santiago andábamos a mil por hora, con trámites, compromisos, etcétera. Ahora vamos a poder volver a un ritmo como el que teníamos en Europa, más que nada familiar. Nos hará bien estar juntos nuevamente y preocuparnos de nosotros mismos”, expresó, añadiendo que es difícil que hagan una vida allá, “porque tenemos todas nuestras cosas en Santiago, pero seguramente esta experiencia en Coquimbo la vamos a recordar por siempre”.

Gissella Gallardo

La esposa del jugador visitó Mucho Gusto este jueves, donde habló de este tiempo viviendo distanciados: “Al final me sentía como mujer separada, siempre sola con los niños”.

A su vez, recordó que fue agotador, ya que viajaba todas las semanas, dos o tres días. “Era rico al principio, porque era como un pololeo, los dos solos, ver películas, salir a comer sin niños, perros, sin nada. Pero a fin de año era ‘no quiero más'”.