La tarde del lunes, Oriana Marzoli preocupó a sus seguidores al comunicar su gran angustia: su perro Cocco, el reconocido bulldog francés que la ha acompañado por años, está muy enfermo.

No fue hasta unas horas después que la venezolana de acento español pudo explicar cuál es el diagnóstico que aqueja a su mascota, poniendo en riesgo, incluso, su vida.

“Cocco este finde tuvo varios ataques epilépticos (nunca los había tenido). Lo llevamos a urgencias y le hicieron un Tac, donde vieron que tiene un tumor en el cerebro“, lamentó en su cuenta de Instagram.

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En esa línea, señaló que “no se puede operar porque hay mucho riesgo en esa zona, pero sí tengo la esperanza de que sea candidato a una posible radioterapia o algún medicamento que le ayude a disminuir el tamaño del tumor, que le está ocasionando esas epilepsias, desorientación, debilidad”.

“Sigue hospitalizado porque no está comiendo y hay riesgo de más ataques epilépticos. Por favor, solo os pido que me ayudéis a rezar por Cocco si sois creyentes, y los que no, a vuestra manera, con mucha energía positiva, mandando fuerzas”.

“Os juro que me estoy muriendo, no he parado de llorar. Me levanto a las 3:57, a las 6:00, con pesadillas y miedo. Pero tenemos que ser positivos, como me ha dicho mi veterinario”, sostuvo Marzoli.

De hecho, indicó que debe visitar a Cocco “con buena energía porque él la percibe”.

El consejo de Adriana Barrientos

En otra publicación, Oriana Marzoli se mostró llorando por el diagnóstico de su perrito, y reveló un consejo que le dio Adriana Barrientos.

“Me ha dicho mi amiga Adriana, que tiene una bulldog francés que estuvo en una situación crítica hace tiempo, que le lleve algo mío”, contó.

Por lo mismo, explicó que no ha dejado de usar un polerón café que pretende llevarle durante el horario de visitas, para que tenga cerca su olor.

El dolor de Oriana Marzoli por enfermedad de su perro

Finalmente, la chica reality explicó que ha tenido que seguir trabajando, a pesar de lo mal que se siente por aparecer en pantalla fingiendo que todo está bien.

“Como decía mi madre, a Cocco le gustaría que lo hiciese y, por otra parte, siendo realistas, no os podéis imaginar lo caro que es un veterinario de urgencias, varios días, tac, pruebas… así que necesito trabajar para poder pagar todo esto”, comentó.

Y aclaró: “Ojo, pagaría lo que fuese, me quedaría sin nada por darle más tiempo y calidad de vida a mi perro. Lo que hiciese falta por él“.

“Evidentemente, he llorado, pero aunque llegué mal, salí bien, me distraje un rato y cuando salí mi madre me había dejado un mensaje de lo que le habían dicho los veterinarios, que Coquito había comido un poquito, que estaba más estable, que se supone que luego nos lo podemos llevar a casa”, comunicó Oriana.

En esa línea, explicó que mañana comenzará un tratamiento con pastillas, y agradeció todos los mensajes recibidos de personas con casos similares. “Me está sirviendo mucho de ayuda para posibles tratamientos que tengamos que llevar a cabo”, señaló.

“Que esté un poco más estable es positivo, pero no deja de seguir en riesgo, así que todos los días seguiré rezando (si vosotros podéis también) para dar con la cura, o por lo menos con algo que lo mejore y vuelva a ser el de antes”, indicó.