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Gonzalo Ramírez, amigo cercano de Felipe Camiroaga, revela detalles emotivos sobre la relación de Camiroaga con los niños, incluyendo su papel como padrino de la hija de Ramírez. A pesar de la tragedia en Juan Fernández, la pequeña Emilia conserva recuerdos a través de fotografías y momentos especiales con el fallecido presentador. Ramírez destaca la conexión única de Camiroaga con los niños y reflexiona sobre la posibilidad de que habría sido un buen padre, a pesar de su estilo de vida despreocupado.
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Gonzalo Ramírez fue uno de los amigos más cercanos de Felipe Camiroaga mientras ambos trabajaban en TVN.
Tanto así, que fue alrededor del año 2008 cuando el actual rostro de Mega le entregó el rol de padrino de su hija Emilia, a Felipe.
En el contexto del lanzamiento del evento artístico en homenaje de Camiroaga, el actual integrante de Meganoticias habló con Página 7 sobre la conexión de su amigo con los niños y el deseo que no llegó a cumplirse sobre formar una familia.
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Gonzalo Ramírez aseguró que su hija Emilia, lamentablemente, no recuerda mucho a Felipe en vida, pues ella tenía solo 3 años cuando ocurrió el accidente en Juan Fernández.
“No se acuerda mucho, pero todavía están las fotos con ella y la subida al caballo y toda la cosa. Fue bien bonito, fue bien especial“, menciona Gonzalo.
De hecho, Ramírez confesó hace un tiempo que esa fue una de las últimas veces que compartió con su amigo.
Gonzalo Ramírez sobre Felipe Camiroaga en la vida de su hija Emilia
El periodista de Mega cree que Felipe tenía una conexión especial con los niños, a pesar de nunca haber formado una familia como tal.
“Él tomó una decisión de vida, a lo mejor de no formar una familia o tal vez no alcanzó. Lo estábamos guiando por el buen camino el último tiempo”, comenta el periodista.
“Yo creo que se arrancó antes. Siempre fue bien picarón y desordenado”, dice riendo.
En ese contexto, Ramírez reveló una anécdota con su amigo tras proponerle ser padrino de su hija Emilia.
“Él dijo que sí altiro y fue muy divertido, porque fue a las charlas de bautismo y fue a la iglesia, cosa que no hizo jamás y toda la gente que estaba en la charla no podía creer que era este gallo”, cuenta.
“Nosotros pensábamos que no iba a ir, pero fue un padrino presente”, menciona, dejando a entender que, de haber formado una familia, Camiroaga sería un buen padre.