Camila Allan es una de las candidatas que busca convertirse en la próxima Miss Universo Chile, representando a San José de Maipo.
Entre los temas que busca visibilizar esta joven dentista, está la salud mental, pues en su adolescencia sufrió un trastorno de la conducta alimentaria que la llevó a pesar solo 40 kilos.
Su diagnóstico fue de anorexia, misma situación que llevó a que la ex MasterChef Bárbara Lackington renunciara al certamen de belleza el mes pasado.
Si bien no alcanzaron a coincidir más de una vez en las actividades de candidatas, Camila destacó el valor de su excompañera.
"Siento que es una mujer muy fuerte por contarlo, y qué bueno que al final ella también se esté dando cuenta de lo que implica este trastorno y se quiera ayudar, que eso es lo principal y lo más importante", comentó a Página 7.
Según su propia experiencia, la joven aseguró que, en estos casos, "pedir ayuda cuesta mucho".
La experiencia de Camila Allan con la anorexia: "No lo quería aceptar"
Tras su gira de estudios, Camila Allen volvió más delgada y le gustó el resultado. Ahí comenzaron los problemas.
"Siempre he sido media mañosa, entonces dejé de comer y me encantaba cómo me veía flaca. Después, ya con todo el estrés del colegio y estar terminando la media, y como soy algo obsesiva, se fue configurando este cuadro", recordó.
"Mi peor momento fue cuando me la diagnosticaron. Ahí fue bien difícil porque tenía a mi familia que estaba súper triste, y me querían apoyar, pero yo no lo quería aceptar".
Camila empezó a botar la comida y a hacer más ejercicio "para quemar las calorías que consumía y estar siempre en un déficit calórico. Llegué a pesar 40 kilos y mido 1.70".
"Estaba en un bajo peso y se me veían los huesos", explicó.
-¿Cómo lograste salir de este diagnóstico?
"Con ayuda de mi familia, de mis amigos y después de que yo también lo reconocí y quise poner de mi parte. Mis papás me dejaron irme de intercambio a Canadá y ahí ya me relajé con la vida y pude superarlo".
-¿Crees que es algo podría repetirse o ya tienes las herramientas para detectar una relación poco sana con la comida?
"No, no se repetiría, porque ya me doy cuenta. Si dejo de comer porque a veces se me pasa, como cuando estuve en la universidad y no tenía mucho tiempo, me dolía la cabeza. Pero la verdad es que no fue un episodio bueno de mi vida".
"No tengo buenos recuerdos de esa época; creía que me veía bien, pero estaba mal de salud".
-¿Qué mensaje darías desde tu posición como candidata a Miss Universo Chile a quienes luchan en silencio con un trastorno de la conducta alimentaria? Sobre todo pensando que estos concursos de belleza tienden a sacar a la luz la valoración de la extrema delgadez
"La verdad que ya pasó de moda al final eso de los cuerpos extremadamente delgados. Ahora ya no te miden el peso ni te toman las medidas, se busca que una se sienta cómoda con su cuerpo, lo que también se transmite a la cámara".
"Si alguien está sufriendo con un TCA, hay que trabajar la seguridad y saber pedir ayuda, porque siempre va a haber alguien que va a querer darte una mano".
"Personalmente, no edito mis fotos para verme más flaca. Nunca me ha gustado el photoshop ni nada, y prefiero que me vean en mis redes sociales como soy, aunque las redes igual son bien falsas, porque uno siempre va a subir las fotos en las que sale mejor".


