A sus 46 años, Yamila Reyna vuelve a los estelares de cocina con Top Chef VIP, tras participar en 2021 de la apuesta de Canal 13, MasterChef Celebrity.
Actriz de profesión y radicada en Chile hace 20 años, hoy combina el teatro con su faceta de comediante, ocupando un destacado lugar entre las mejores y más reconocidas standaperas de la escena nacional.
Pasión es la palabra que, según ella, la define. Dice ser positiva, intensa, matea y honesta, Y reconoce que la mueve la bondad, es transparente, considera que es una buena amiga y también una buena hija.
"Defectos no tengo", soltó entre risas, para luego admitir que es irascible, visceral y que tiene déficit atencional. Le molesta la mentira, no soporta a las personas deshonestas, no tolera "la violencia, la trampa y el maltrato gratuito".
Yamila no tiene filtro y le gusta controlarlo todo. No se maneja bien bajo presión "porque me estreso, porque me da ansiedad, me pasa con todo en la vida, para mí nunca hay tiempo", dijo, pero, por otra parte, indicó que "me encanta que me den órdenes, siempre y cuando sean órdenes que me vayan a contribuir algo, porque si no, no".
La relación de Yamila Reyna con la cocina
La relación de Yamila Reyna con la cocina partió a los 5 años, cuando su padre la cuidaba mientras su mamá trabajaba. Él era quien preparaba la comida y fue de quien heredó su interés por la cocina.
"Mi papá compró una sillita de madera para que yo me portara bien. Me ponía la sillita al lado y yo me paraba y veía cómo él cocinaba", recordó.
Lo primero que aprendió a cocinar, enseñanza de su padre, fue la salsa de tomates para la pasta: "las salsas de tomate de mi papá eran la mejores del mundo", aseguró.
El padre de Yamila falleció en el año 2017, fue un conocido compositor y cantante argentino y, sin duda, su partida es el evento más triste en la vida de la actriz.
Su infancia huele y sabe a milanesas, y si hoy las acompaña con papas fritas, es un plato que le recuerda a su hogar.
¿Qué plato sería la trasandina?
Al pedirle que compare su personalidad con un plato, Yamila está segura, ella dejaría huella siendo un "mar y tierra, porque es contundente, tiene todos los sabores y es versátil, igual que yo".
Es fanática de las pizzas, pero "me gustan mucho los platos con salsas, de todo lo que tenga huancaína soy fan", es alérgica al camarón y la langosta. Y nunca ha tolerado comer interiores.
Esta no es la primera vez que Yamila participa en una competencia culinaria, pues ya había tenido una participación anterior que tuvo que abandonar a mitad de camino porque, tras un error, casi perdió uno de sus dedos.
Hoy llega a Top Chef VIP porque siente que merece una revancha, pero además porque decidió que "si vuelvo a tele, va a ser para hacer entretención, eso es lo que quiero hacer".
Sus estrategias para el nuevo desafío
Dispuesta a disfrutar y divertirse, la trasandina viene con una estrategia para competir: "unirme a los más fuertes y sacarles provecho". Su propua fortaleza en la cocina son los sabores, y su debilidad, los emplatados.
Sabe que aún le queda mucho por aprender. Hoy cocina mucho menos que hace 3 años y ha notado que su nivel de cocinera ha bajado. Hace poco hizo una guerra con su pareja, en donde debían hacer la mejor salsa.
"Me quedó horrible, estaba mala, él cocina como los dioses", advirtió.
Yamila Reyna y Américo están juntos hace 7 meses. Él es su mayor apoyo hoy y qué más íntimo y confiable que ser el contacto de emergencia. Si algo le llegase a pasar, dijo, "hay que llamar al Chino".
Yamila cree que ella debe ser la ganadora de la tercera temporada de Top Chef VIP porque "le voy a poner no solo estudio, sino mucha pasión a cada plato que entregue".



