Está en el primer lugar de lo más visto de Netflix en Chile. La miniserie británica Adolescencia ha conquistado al público con una narrativa intensa y realista que se adentra en la mente de su protagonista.
La vida de la familia Miller da un vuelco cuando su hijo de 13 años, Jamie, es arrestado en un violento procedimiento policial, acusado de asesinar a una compañera de clase.
En solo 4 capítulos, la producción mezcla drama y suspenso, explorando las consecuencias de este evento, además de las dinámicas familiares y sociales que surgen de él.
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Un elemento esencial que hace realmente única esta miniserie es la forma en que sus creadores -Stephen Graham y Jack Thorne- decidieron grabarla.
Cada uno de los episodios de la ficción fue filmado en una toma continua. Pero, ¿qué significa esto?
"Básicamente, eso significa que pulsamos el botón de grabar y no paramos hasta el final de la hora", explicó el director, Philip Barantini, a Tudum, detallando que es mucho más complicado de lo que parece.
"Se necesitan meses de preparación, semanas de ensayos y un equipo increíble para lograrlo en cada etapa, desde el guion hasta las localizaciones, el diseño de producción y dónde exactamente podrá grabar la cámara y desde qué ángulo".
De hecho, cada capítulo tuvo un ensayo de 3 semanas. En la primera se enseñaba todo con detalle al elenco, luego se sumaban las cámaras, y finalmente se grabaron dos tomas diarias, largas y continuas, por un período de 5 días.
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Un giro en el final
Según ha explicado Stephen Graham (quien también da vida al padre de Jamie), la historia no está basada en un hecho real.
La inspiración de Adolescencia fueron diversas noticias sobre niños involucrados en delitos con arma blanca.
"Solo quería arrojar luz sobre el asunto y preguntar '¿por qué está sucediendo esto hoy? ¿Qué está pasando? ¿Cómo hemos llegado a esto?'", sostuvo Graham.
"Podríamos haber hecho un drama sobre pandillas y crímenes con arma blanca, o sobre un niño cuya madre es alcohólica o cuyo padre es un maltratador violento", añadió.
"En cambio, queríamos que vieran a esta familia y pensaran: '¡Dios mío! ¡Esto podría estar pasándonos a nosotros!'. Y lo que está sucediendo aquí es la peor pesadilla de una familia común y corriente".
Jack Thorne, también cocreador de la serie, destacó que la historia busca plantear interrogantes profundas sobre la masculinidad y el rol de los hombres en la sociedad actual, además de poner en el tapete el debate sobre la responsabilidad compartida y las consecuencias de nuestras acciones.
Por lo mismo, en el capítulo final, el cambio en la declaración de Jamie representa un momento crucial en su desarrollo como personaje.
La decisión de Jamie
Phillip Barantini, guionista de la miniserie, utilizó una poderosa metáfora para describir el momento en que el protagonista anuncia su decisión final de declararse culpable.
"Imaginen que alguien a quien aman ha estado conectado a un sistema de soporte vital. Han estado esperando y rezando para que siga con vida. Entonces, el médico finalmente les dice 'no hay nada más que podamos hacer, vamos a apagar la máquina'. Eso es lo que significa para los Miller que Jamie se declare culpable", explicó.
Owen Cooper, actor protagónico de Adolescencia, profundizó en las motivaciones de su personaje al señalar que siempre buscó impresionar a su padre.
"Aunque no quiere decepcionar a toda su familia, su padre está en el centro de su corazón. Jamie no quiere defraudar a Eddie", reflexionó.
Así, la determinación del niño de aceptar su culpabilidad representaría la conclusión natural de su proceso.
A lo largo de la miniserie, este rol evoluciona hasta comprender la gravedad de sus acciones y asumir las consecuencias, a pesar de que la relación con su papá no volverá a ser la misma.
