Eduardo Fuentes sorprendió al abrir un espacio para hablar de temas más profundos y personales en su pódcast Mari con Edu, donde se refirió al estoicismo.

El conductor compartió su interés por esta filosofía antigua que, según explicó, se ha transformado en una herramienta concreta para enfrentar la vida. Dando inicio a la sección sobre los amuletos de cada capítulo, Eduardo presentó el libro, Meditaciones de Marco Aurelio:

“Este libro fue el que me introdujo en el mundo del estoicismo”, comenzó. Fuentes explicó que esta corriente filosófica tiene un origen humilde y antiguo: “El estoicismo es una filosofía muy antigua”, y agregó que “nace de un esclavo que fue liberado y empieza a hablar un poco de cómo enfrentar la vida”.

Sobre el autor que lo motivó a profundizar en esta práctica, comentó: “Marco Aurelio, el emperador romano, empezó a escribir sobre esta forma de enfrentar la vida”, destacando que se trata de un texto fundamental: “Este libro es clave para entender el estoicismo”.

¿Qué es el estoicismo? La práctica que realiza Eduardo Fuentes

Es una antigua filosofía de hace más de 2 mil años. Fundada en el siglo III a.C. por Zenón de Citio en Atenas. Nacida tras la experiencia personal de Zenón al perder su fortuna en un naufragio, esta doctrina buscó ofrecer un marco unificado para entender la vida.

En ese sentido, busca enfocarse en aquello que depende de uno mismo —las decisiones, las acciones y la actitud frente a lo que ocurre— y aceptar con serenidad aquello que no se puede controlar. Promueve valores como la autodisciplina, la claridad emocional, la responsabilidad personal y el bien común, entendiendo que el equilibrio individual también impacta en la sociedad.

Durante el pódcast, Eduardo Fuentes compartió con María Luisa Godoy una de las frases más conocidas del pensamiento estoico, subrayando su sentido práctico y colectivo:

“Una de las frases más utilizadas que a lo mejor usted ha escuchado: ‘Lo que no es útil a la colmena tampoco lo es para la abeja’”.

Y explicó su significado de manera directa: “O sea, lo que no es bueno para ti, tampoco va a ser bueno, probablemente para la sociedad en la cual te desenvuelves”.

No es la primera vez que el animador habla de sus creencias y fe. En el mismo pódcast, en abril, reveló que en su juventud tuvo una relación muy cercana con la fe y la espiritualidad, marcada por su participación en la vida religiosa que incluso lo llevó a pensar en ser cura.

Sin embargo, la muerte de su madre, cuando tenía 18 años, provocó un quiebre profundo que lo llevó a cuestionar sus creencias y a distanciarse de Dios. Con el tiempo, esa crisis se transformó en una búsqueda personal que lo acercó a otra creencia: el budismo, no como una religión, sino como una filosofía de vida que le permitió encontrar sentido y equilibrio.

La actriz australiana Rachael Carpani, recordada por su participación en NCIS: Los Ángeles, falleció a los 45 años, según confirmó su familia a través de un comunicado difundido en redes sociales.

La noticia fue dada a conocer este lunes 15 de diciembre, cuando Georgia Carpani, hermana de la intérprete, compartió en Instagram un mensaje firmado por sus padres, Tony y Gael Carpani.

En el texto, la familia informó que la actriz murió tras enfrentar una enfermedad crónica, recoge el medio People.

“Con profunda tristeza, Tony y Gael Carpani anuncian que su hermosa hija, la querida actriz australiana Rachael Carpani, falleció de manera inesperada, pero en paz, tras una larga lucha contra una enfermedad crónica, durante las primeras horas del domingo 7 de diciembre".

Reportan la muerte de Rachel Carpani a los 45 años

En la misma publicación, la familia entregó detalles respecto a la despedida de la actriz, aclarando que se realizará en un entorno íntimo.

“El funeral será un acto privado, que se realizará el viernes 19 de diciembre, con la presencia de familiares y amigos cercanos”, agregaron.

El mensaje concluye con una petición directa al público y a los medios: “La familia solicita privacidad en este momento tan difícil y no realizará más declaraciones”.

La carrera de la actriz de NCIS: Los Ángeles

Rachael Carpani alcanzó gran popularidad en Australia gracias a su papel como Jodi Fountain en la exitosa serie McLeod’s Daughters, donde participó entre 2001 y 2009. Sin embargo, su carrera no se limitó a la televisión australiana.

De acuerdo con IMDb, la actriz también desarrolló una sólida trayectoria en Estados Unidos, con apariciones en producciones como NCIS: Los Ángeles, The Glades, The Rachels y If There Be Thorns. Además, fue la protagonista de la serie de Lifetime Against the Wall.

En el cine, uno de sus trabajos más recordados fue la película Triangle (2009), donde compartió elenco con Liam Hemsworth.

El emotivo mensaje de su hermana meses antes de su muerte

En agosto pasado, Georgia Carpani había dedicado un cariñoso mensaje a Rachael por su cumpleaños, palabras que hoy cobran un significado especial.

“Ya sea arreglándose para salir o quedándose en casa trabajando, es la mujer más hermosa que conozco”, escribió entonces.

“Feliz cumpleaños a mi maravillosa hermana. Irradias tanta luz y alegría, y te amamos muchísimo”.

Tras conocerse su fallecimiento, decenas de seguidores dejaron mensajes de condolencias en redes sociales, recordando su trabajo en McLeod’s Daughters y el impacto que tuvo en quienes crecieron viéndola en pantalla.

La muerte de Rob Reiner, confirmada este lunes a los 78 años, remeció a la industria cinematográfica, y reabrió el repaso por una de las trayectorias más influyentes del cine comercial estadounidense.

El actor, director y productor fue hallado sin vida junto a su esposa, Michele Singer Reiner (68), en su domicilio del exclusivo barrio de Brentwood, en Los Ángeles.

Hasta ahora, las autoridades manejan el caso como un “aparente homicidio”, luego de acudir al lugar tras una solicitud de asistencia médica.

Más allá de las circunstancias de su fallecimiento, el nombre de Rob Reiner quedó inscrito como uno de los grandes narradores del Hollywood moderno, gracias a una filmografía que cruzó la comedia, el drama, el cine político y los relatos de iniciación, destacó el diario El País.

Títulos como Cuenta conmigo, La princesa prometida, Cuando Harry conoció a Sally y Algunos hombres buenos consolidaron su prestigio, y lo posicionaron como un director capaz de conectar con el público masivo sin renunciar a una identidad autoral clara.

Rob Reiner de la televisión al cine de culto

Robert Reiner nació en 1947 en el Bronx, Nueva York, en un entorno marcado por el espectáculo.

Fue hijo del reconocido comediante Carl Reiner y de la actriz y cantante Estelle Lebost, lo que influyó tempranamente en su vocación artística.

El director alcanzó notoriedad como actor al interpretar al torpe yerno Michael “Meathead” Stivic en la emblemática serie All in the Family, un rol que lo convirtió en rostro habitual de la televisión estadounidense.

En 1984 dio un giro decisivo al debutar como director con This Is Spinal Tap, una sátira musical que inauguró el formato mockumentary y terminó convertida en película de culto.

En ella, Reiner también encarnó al ficticio documentalista Marty Di Bergi, siguiendo a la inexistente banda británica de heavy metal Spinal Tap en una fallida gira por Estados Unidos.

Décadas más tarde, ese universo volvió a cobrar vida con Spinal Tap II: El final continúa, estrenada este año y convertida, de forma inesperada, en el último proyecto que dirigió.

Éxitos, romances y compromiso político

Tras ese debut, Reiner encadenó una serie de éxitos. En Cuenta conmigo (1986) adaptó un relato de Stephen King sobre cuatro niños que buscan el cuerpo de un menor desaparecido en Maine, mientras que en La princesa prometida (1987) trasladó al cine la novela de William Goldman, combinando fantasía, humor y romance.

Uno de sus mayores hitos llegó con Cuando Harry conoció a Sally (1989), comedia romántica que redefinió el género y que marcó también su vida personal.

Durante ese rodaje conoció a Michele Singer, con quien se casó ese mismo año, y formó una familia de tres hijos. Antes, había estado casado con Penny Marshall, actriz y directora, entre 1971 y 1981.

En sus últimos años, Reiner alternó comedias románticas con cine político e histórico, reflejo de su fuerte compromiso cívico y sus convicciones demócratas.