Cuando Enrique Peña Nieto asumió como presidente de México, su esposa, Angélica Rivera, la Primera Dama no pasó desapercibida, ya que probablemente era mucho más popular que él en el país.

Esto porque Angélica Rivera es uno de los rostros más recordados de las telenovelas mexicanas, protagonizando éxitos como Huracán, La Dueña, Ángela o Sin pecado concebido.

Partió su carrera como modelo concursando para El Heraldo de México en 1987, pero desde 1989 se dedicó a ser actriz participando en las icónicas telenovelas de Televisa, siendo reconocida como una de las mejores en su rubro en México.

Sin embargo, en 2007 la actriz tomó su último papel en Destilando amor, donde le apodaron “La Gaviota”, porque luego su vida se transformó radicalmente.

El paso de la televisión a la política de Angélica Rivera

Desde 1994 y hasta 2008, Angélica Rivera estuvo casada con el productor José Alberto Castro, relación de la que nacieron sus tres hijas: Sofía, Fernanda y Regina.

Sin embargo, en 2008 conoció a Enrique Peña Nieto mientras trabajaba en su campaña política. Él era gobernador del Estado de México y pre-candidato presidencial. La invitó a cenar una vez, luego otra y luego ya eran novios, consignó Vanity Fair.

La relación se mantuvo hasta que en 2010 decidieron dar un paso más importante y se casaron en uno de los matrimonios más comentados del país azteca, consignó El Heraldo de México.