En un nuevo capítulo de Al piano con Lucho en TV+, el cantante de cumbia tropical, Jordan, contará desconocidos detalles de su vida, como su paternidad.
En conversación con Luis Jara, el cantante recordará la historia de esfuerzo que lleva a cuestas desde su origen, “en la población La Faena en Peñalolén, un lugar lindo, maravilloso, que tengo un vínculo muy grande hasta el día de hoy”.
El cantante también se refirió al esfuerzo de su familia por superar la pobreza: “Literalmente. Hay un tema con la casa. Desde chiquitito vivimos de allegados en la casa de mis abuelos paternos inicialmente, después maternos y en ese camino digamos de vivir así nunca tuve mi pieza. En algún minuto se nos dio la posibilidad de comprar una parte de ese terreno y nos pusimos a construir la casa de mi papá”.
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Añadió que “yo tenía el sueño y el anhelo de decir ‘Mira ahí viví yo, esa es la casa de mi papá’ y empezamos un proyecto ahí, es lindo en donde yo colaboré, digamos junto a toda mi familia, mi hermano, mi hermana, mis tíos, mi mamá, mi papá… una comunidad. Yo quería salir de mi casa, de la casa de mis viejos, con su casa hecha y lo hicimos”.
Jordan y su precoz paternidad a los 16 años
Jordan también contó cómo fue asumir la paternidad en plena adolescencia, a los 16 años.
“Tristemente era una realidad súper cercana en mi entorno, porque era normal, o sea, yo, mis amigos, mis compañeros de curso… No tener guagua a esa edad era como fome”, dijo, revelando que formar una familia se transformó en una responsabilidad, pese a su juventud.
Pese a la adversidad, el entrar a la música abrió todo un mundo de posibilidades para él: “La música me da el acceso a conocer otra realidad. A los 10 años y bueno a los 16, 17 grabé mi primer disco y empecé a viajar”.
“Empecé a tener la posibilidad de conocer, no sé, algo que a lo mejor para las personas hoy en día es súper normal, pero ‘Uy esto es Antofagasta’, ‘Estamos en Calama, qué bonito’, ‘Hoy estamos en Cabrero’ por ejemplo y empecé a conocer el mundo gracias a la música… Me encuentro con otra parte de la música, empiezo a conocer Casa Piedra y para mí era como un palacio, que sinceramente no estaba a mi alcance”.
“También te abre un poco la cabeza, decir ‘a ver, yo cantando también puedo hacer una vida’… yo hacía la cuenta de alguna manera y yo decía ‘bueno, si en el peor de los casos me va mal, me va a ir mejor que dedicándome a lo otro"”, añadió.
Los excesos en el espectáculo
Además, Luis le preguntó si su trabajo en el espectáculo trajo la tentación de caer en excesos: “Tengo como mucha conciencia de que en algún minuto razoné, y yo no me lo podía permitir, porque de alguna forma yo siempre sentí una mochila, sobre quebrar un poco el círculo vicioso en el que uno está”, aseguró respecto a la situación económica de su familia.
Además, evaluó el camino recorrido en la música indicando estar “muy agradecido”.
“Siempre lo converso con mi esposa. Tenemos una foto bien especial nosotros ahí pegada en el refrigerador, es la única foto que tengo, que tenemos, de nuestra juventud. Estamos en el Cajón del Maipo y con esfuerzo grande para ir a pasar un día allá, y sale mi esposa con su guatita. Yo salgo en el pelo largo”, recprdó.
A esta imagen, añadió: “Mira, de alguna manera cuando nos mareamos, qué pasa, pasa que a veces empiezas a darle sobrevalor a cosas que no valen la pena, vemos la foto y como que bajamos rápidamente y bueno y ahí valoramos tanto la vida que tenemos en familia, lo que hemos logrado construir”.