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Un joven piloto estadounidense, Ethan Guo, fue detenido en la Antártica tras aterrizar sin autorización en el aeródromo Teniente Marsh, desatando una alerta de seguridad operacional. Guo, de 19 años, buscaba completar un récord solidario volando a los siete continentes para recaudar fondos contra el cáncer infantil. A pesar de sus buenas intenciones, las autoridades chilenas investigan posibles infracciones al Estatuto Antártico y al Código Aeronáutico debido a su operación no autorizada en el continente blanco.
Un inesperado incidente se registró este sábado en la Antártica, luego de que un joven piloto de nacionalidad estadounidense fuera detenido por aterrizar sin autorización en el aeródromo Teniente Marsh, ubicado en dicho territorio.
Según informó la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), la aeronave involucrada, un Cessna 182 con matrícula extranjera N182WT, había despegado desde Punta Arenas, pero modificó su plan de vuelo sin dar aviso a los centros de control aéreo correspondientes.
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Este cambio no comunicado encendió las alertas. La DGAC activó de inmediato los protocolos de emergencia, movilizando recursos estatales para la búsqueda del avión, ante los potenciales riesgos para la seguridad.
Además, la operación se realizó infringiendo el Estatuto Antártico y sin el debido permiso para utilizar el aeródromo del continente blanco.
Tras el aterrizaje, el piloto fue arrestado a la espera de que se definan las eventuales responsabilidades.
En tanto, la DGAC también presentó una denuncia ante el Ministerio Público por presuntas infracciones al Código Aeronáutico y al Reglamento Antártico.
¿Quién es el piloto detenido en la Antártica?
El joven involucrado fue identificado como Ethan Guo, de 19 años, quien se encuentra intentando convertirse en la primera persona en volar sola a los siete continentes, según consignó Emol.
En su cuenta de Instagram, el piloto explicó que su travesía tiene una motivación solidaria: crear conciencia y reunir fondos para la investigación del cáncer infantil.
Guo relató en sus redes sociales que obtuvo su licencia de piloto privado a los 17 años y que actualmente cuenta con habilitación IFR, lo que le permite volar únicamente con instrumentos, sin referencias visuales terrestres.
A la fecha, ha acumulado más de 700 horas de vuelo, cruzado el Atlántico en tres ocasiones y recorrido los 48 estados contiguos de Estados Unidos.
La inspiración detrás de su cruzada es personal. En 2021, un primo suyo, de la misma edad, resultó diagnosticado con cáncer.
“Quiero aprovechar cada oportunidad para crear conciencia y la necesidad de intensificar la investigación para encontrar métodos de prevención y tratamiento”, manifestó, según consignó La Cuarta.
Sumado a esto, mencionó: “De joven vi cómo la enfermedad afectaba poco a poco a mis seres queridos, como mis abuelos y tías. Desde entonces, decidí hacer todo lo posible por la investigación del cáncer”.
“Para recaudar fondos, para la investigación y la concientización internacional, decidí que al romper el récord podría obtener la atención necesaria para influir y ayudar al mayor número posible de personas que padecen esta enfermedad. También espero inspirar con el espíritu de desafiar lo imposible y superar los límites”, agregó.
Pese a sus intenciones, el ingreso no autorizado al territorio antártico abrió un flanco legal que ahora deberá enfrentar en Chile, mientras las autoridades analizan su situación y la eventual vulneración de normas aéreas internacionales.
