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La policía portuguesa y alemana han intensificado la búsqueda de pistas en el caso de la desaparición de Madeleine McCann, enfocándose en edificios abandonados cerca de donde desapareció la niña en 2007. Imágenes satelitales revelaron una carpa sospechosa donde se cree estuvo Christian Brueckner, el principal sospechoso, actualmente detenido por otros delitos. Utilizando un radar, las autoridades escanearon un chalet del sospechoso en busca de evidencia. Se buscan indicios como restos de ropa o ADN en el área, considerando esta búsqueda como un último esfuerzo antes de que Brueckner recupere su libertad.

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Casi 20 años después de la desaparición de Madeleine McCann, el caso vuelve a mantenerse en lo alto del ojo mediático.

Actualmente, las policías portuguesas y alemanas están centrando su búsqueda en varios edificios abandonados ubicados en un descampado muy cerca del lugar donde en 2007 desapareció la niña de tres años.

Recientemente, se revelaron imágenes satelitales que desataron nuevas sospechas.

En aquellas fotos se ve una misteriosa carpa donde presuntamente estuvo Christian Brueckner, el principal sospechoso del caso, quien se encuentra actualmente detenido por otros delitos.

Los agentes centraron la investigación en al menos cinco granjas y algunas construcciones abandonadas.

Según el diario británico The Sun, un radar con capacidad de escanear hasta 4,5 metros de profundidad se utilizó para inspeccionar un antiguo chalet del sospechoso.

Intensificaron la búsqueda de nuevas pistas en la desaparición de Madeleine McCann al centrar sus esfuerzos en terrenos próximos a varias casas en ruinas cerca de Praia da Luz, en el sur de Portugal.

Allí, los equipos escanearon el terreno en busca de indicios, como restos de ropa o elementos que pudieran arrojar ADN.

La policía cree que esta búsqueda podría ser el “último intento” antes de que Brueckner recupere su libertad.

Recordemos que Brueckner estaba en las proximidades cuando la niña desapareció, según la señal de su teléfono móvil.

Además, en el caso hay un testigo que asegura que el sospechoso le confesó el asesinato de la pequeña, pero de momento no existen pruebas suficientes para acusarle formalmente.