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Agencia UNO
El Vaticano revocó las sanciones contra el sacerdote Felipe Berríos tras concluir que no hay certeza moral suficiente sobre los delitos denunciados, incluidos hechos de connotación sexual. A pesar de desestimar las medidas canónicas, la comunidad religiosa implementará un proceso de reparación para las ocho denunciantes y tomará medidas disciplinarias sobre el estilo de vida y la actividad apostólica de Berríos. La Compañía de Jesús reiteró su compromiso con la verdad y la justicia, el rechazo a los abusos, y la protección de la infancia. La resolución se dio tras el sobreseimiento ordenado por la Corte de Apelaciones en la arista penal.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesUn importante giro tomó este martes el caso del sacerdote Felipe Berríos.
El Vaticano resolvió la apelación que él presentó ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, organismo que concluyó que “no se logró la certeza moral suficiente sobre los delitos denunciados”.
De acuerdo a lo consignado por T13, con esa determinación, la instancia más importante en justicia canónica dejó sin efecto tanto las sanciones que restringían su ministerio como su expulsión de la Compañía de Jesús.
En ese contexto, la comunidad religiosa entregó este resultado por medio de un escrito, en el que también remarcó que la resolución del Dicasterio es inapelable.
Así se cerró el proceso iniciado en abril de 2024, cuando se decretó la expulsión de Berríos, medida que él apeló dos meses después.
Recordemos que todo este procedimiento se originó tras las acusaciones por “hechos de connotación sexual” en su contra.
Aunque el Vaticano desestimó las sanciones canónicas, la congregación informó que acatará completamente la resolución.
Sin embargo, también aclaró que, considerando los antecedentes reunidos durante la investigación interna, impulsará un proceso de reparación para las ocho personas denunciantes y aplicará al sacerdote medidas disciplinarias vinculadas a su estilo de vida y a su actividad apostólica.
En su comunicado, la orden religiosa enfatizó: “Como Compañía de Jesús, reiteramos nuestro compromiso con la búsqueda de la verdad y de la justicia, nuestro absoluto rechazo a cualquier tipo de abuso y nuestro esfuerzo sostenido por el cumplimiento de protocolos que aseguren la debida protección de niños, niñas, adolescentes y personas en situación de vulnerabilidad”.
La resolución del Vaticano se conoció pocos días después de que la Corte de Apelaciones ordenara el sobreseimiento de Felipe Berríos en la arista penal.
Según el tribunal, los hechos denunciados, que habrían ocurrido en el año 2000, cuando una de las denunciantes tenía 15 años, se encuentran prescritos, condición que “impide jurídicamente determinar la efectividad de los hechos materia de la investigación, especialmente la culpabilidad del investigado”.