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La investigación por la desaparición de la concejala María Ignacia González de Villa Alegre revela su vinculación a préstamos financieros derivados de un lucrativo negocio de compra y venta de joyas y ropa en Tacna. González también habría prestado dinero a funcionarios municipales, planteando la posibilidad de un móvil económico en su desaparición. Las acusaciones han involucrado al administrador municipal Rodrigo Cancino, quien reconoció haber recibido un préstamo de la concejala para un viaje al extranjero. Cancino negó cualquier implicación en la desaparición y lamentó las acusaciones en su contra, que incluyen revisiones policiales en su domicilio tras el incidente.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesLa investigación sobre la desaparición de la concejala de Villa Alegre, María Ignacia González, abrió una nueva arista ligada a sus finanzas y a una serie de préstamos que realizaba de manera habitual.
De acuerdo a Mucho gusto, la autoridad comunal prestaba dinero a distintas personas.
Esta práctica se sustentaba en la importante cantidad de dólares que manejaba, obtenidos gracias a un negocio personal que la llevaba a viajar a Tacna para comprar joyas, perfumes y ropa femenina que luego vendía en Chile.
Entre los antecedentes, también se menciona que González habría facilitado dinero a funcionarios municipales, lo que abrió dudas respecto de si estas deudas pudieron transformarse en un factor de riesgo y eventualmente configurar un móvil económico en su desaparición.
En medio de las diligencias, la figura del administrador municipal de Villa Alegre, Rodrigo Cancino, tomó relevancia. Su testimonio generó un fuerte cruce de acusaciones con las hijas de la concejala.
En conversación exclusiva con el citado programa, Cancino reconoció haber tenido una transacción de dinero con González. Según explicó, ella le facilitó dólares para un viaje al extranjero, aunque descartó cualquier vínculo con su desaparición y criticó duramente a la familia de la concejala.
"Cuando viajé al extranjero, a quien le pedía dólares era a ella, y se los devolvía. Le quedé debiendo 100 dólares, porque los cambié a euros, tengo los euros y tengo que cambiarlos a dólares", detalló.
El administrador municipal añadió que las acusaciones lo han afectado profundamente: "Que pidan que te desvinculen de tu trabajo, que digan que yo la asesiné, que lo afirmen, es súper complejo. Somos una familia súper bajo perfil, y que nos veamos en esto, ha sido muy difícil", reconoció.
Además, Cancino confirmó que funcionarios policiales revisaron su domicilio pocos días después de la desaparición de la concejala.