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La investigación por la muerte de Eduardo Cruz-Coke Japke, camarógrafo de Teletón, dio un giro con la detención de Jorge Ugalde Parraguez como presunto autor del triple homicidio que involucra a los mellizos de la víctima. La Fiscalía también investiga la posible participación de la hermana de la víctima en el crimen, relacionado con una disputa económica por la herencia familiar y propiedades con un valor cercano a mil millones de pesos. La negativa de Cruz-Coke a vender la casa en La Reina donde vivía habría desencadenado la tragedia, según la hipótesis principal del Ministerio Público, manteniendo el caso en desarrollo con nuevas diligencias judiciales pendientes.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesLa investigación por la muerte del camarógrafo y director de fotografía de Teletón, Eduardo Cruz-Coke Japke, dio un giro decisivo en los últimos días.
El pasado 18 de octubre, Eduardo fue hallado sin vida junto a sus hijos mellizos de 17 años en la comuna de La Reina, en un hecho que inicialmente se investigó como un doble parricidio con posterior suicidio.
Sin embargo, las pericias recientes cambiaron por completo el rumbo del caso.
Recordemos que el pasado lunes, la Policía de Investigaciones detuvo a Jorge Ugalde Parraguez, cuñado del camarógrafo, como presunto autor del triple homicidio.
En paralelo, un reportaje de CHV Noticias reveló que la Fiscalía también indaga la posible participación de la hermana de la víctima, quien es pareja del detenido.
De acuerdo con el medio, el conflicto familiar habría surgido a raíz de una disputa económica relacionada con la redistribución del patrimonio heredado de sus padres, fallecidos en 2017 y 2022.
Según los documentos revisados, en 2014 Trinidad Cruz-Coke, junto a sus padres y esposo, constituyó la sociedad Inmobiliaria e Inversiones Cruz-Coke Japke Limitada, la cual posee tres propiedades: el terreno en La Reina —donde ocurrió el crimen— y dos departamentos en Santiago Centro, con un valor estimado cercano a mil millones de pesos.
Tras el fallecimiento de los padres, comenzó el proceso de posesión efectiva de la herencia, lo que derivó en un nuevo reparto de bienes.
En esa redistribución, Eduardo Cruz-Coke heredó parte de las propiedades.
Fuentes del caso apuntan a que la víctima se negó a vender la casa en la que vivía, lo que habría provocado una fuerte tensión con su hermana y su cuñado.
Esa disputa se transformó, según la hipótesis principal del Ministerio Público, en el móvil económico del crimen.
De este modo, la Fiscalía sostiene que el triple homicidio de La Reina habría tenido como trasfondo un conflicto por herencia y propiedad familiar, lo que mantiene el caso en desarrollo mientras se esperan nuevas diligencias judiciales.