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Agencia UNO | Facebook
La búsqueda de María Ignacia González, concejala desaparecida de Villa Alegre, reveló nuevas pistas: huellas de vehículo y manchas de aceite en el Puente Maica, relacionadas con el automóvil que conducía la autoridad la noche de su desaparición. Rodrigo Cancino, administrador municipal y cercano a González, es investigado al vivir en la última casa visitada por la concejala. Cancino declaró voluntariamente ante la PDI y su teléfono celular está siendo periciado. Según el entorno de González, Cancino era uno de sus amigos más cercanos, presente en eventos recientes.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesA más de dos semanas de la desaparición de María Ignacia González, concejala de Villa Alegre, la investigación que busca dar con su paradero sumó nuevos antecedentes.
Durante las últimas horas, funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) encontraron huellas de un vehículo y manchas de aceite de motor en el Puente Maica, un sector colindante con el río Putagán.
Las pistas corresponderían al automóvil en el que se trasladaba la autoridad la madrugada del 15 de junio, en pleno sistema frontal que afectó a la zona.
Además, salió a la luz el nombre de Rodrigo Cancino, administrador municipal de Villa Alegre y cercano a la concejala. El funcionario vive en la última casa que visitó María Ignacia antes de desaparecer, y es hijo de la amiga con quien compartió aquella noche que se extravió.
Según reveló el matinal Mucho Gusto, Cancino declaró de forma voluntaria ante la PDI, instancia en la que también fue requisado su teléfono celular, que ahora está siendo periciado.

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"Sé quién es, trabajaba con mi mamá, era su persona de confianza. Mi mamá lo veía como un sobrino, por lo que ella me comentaba, al parecer, había un cariño mutuo, pero yo no lo alcancé a conocer en profundidad", afirmó Javiera Gallegos, hija de la autoridad.
Desde el entorno de la concejala aseguran que el administrador municipal era uno de sus amigos más cercanos. De hecho, estuvo presente en su último cumpleaños y también en un almuerzo reciente en su hogar, pocos días antes de la desaparición.
En conversación con el matinal de Mega, las hijas de María Ignacia confirmaron que no solo fue requisado el teléfono de Cancino, sino también el móvil de los padres del administrador y una prima de la mujer.