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La princesa Catharina Amalia de Orange, hija mayor de los reyes Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta, sufrió un accidente al caerse de un caballo durante una práctica ecuestre, fracturándose el brazo. Será intervenida quirúrgicamente en el Hospital Universitario de Utrecht. El suceso generó preocupación en el entorno real y público, dado su papel como heredera al trono neerlandés. Amalia, nacida en 2003, es la primera en la línea sucesoria y ha sido objeto de amenazas, lo que la obligó a abandonar su alojamiento universitario y regresar al Palacio Huis ten Bosch.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesLa princesa Catharina Amalia de Orange, hija mayor del rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima Zorreguieta, tuvo un accidente mientras montaba a caballo y se sometirá a una intervención quirúrgica.
Según informó la Casa Real de los Países Bajos, la joven de 21 años se cayó durante una práctica ecuestre, una de sus actividades habituales, y se fracturó el brazo.
Se operará en el Hospital Universitario de Utrecht (UMC Utrecht), donde está internada y con observación médica.
El accidente generó preocupación tanto en el entorno de la familia real como en la opinión pública, dada la visibilidad de la princesa y el rol que ocupa como heredera directa al trono neerlandés.
La Casa Real confirmó el incidente a través de un breve comunicado: “La Princesa de Orange se fracturó el brazo hoy tras caerse de su caballo. Será operada en el UMC Utrecht".
La caída de la princesa tuvo lugar durante una práctica privada, aunque no se han dado detalles precisos del contexto ni de la magnitud de la lesión más allá de la fractura diagnosticada.
Amalia, nacida el 7 de diciembre de 2003, es la primera en la línea de sucesión al trono de los Países Bajos. Desde 2022 cursa sus estudios universitarios en Derecho, Política, Psicología y Economía en la Universidad de Ámsterdam.
Sin embargo, su vida académica se ha visto fuertemente alterada desde que recibió amenazas por parte de organizaciones criminales, motivo por el cual abandonó el alojamiento compartido con estudiantes y se trasladó nuevamente al Palacio Huis ten Bosch.
La situación afectó profundamente su cotidianeidad, como lo admitió la propia reina Máxima en declaraciones públicas. “Amalia no puede vivir como una estudiante normal. No puede salir a la calle”, expresó en 2023.
La propia princesa, en una conferencia de prensa durante su gira oficial por el Caribe, reconoció lo difícil que fue ese período: “Extraño la vida normal. Pasear, ir a una tienda, tener libertad”.
Desde entonces, la joven heredera retomó progresivamente su agenda pública.