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Agencia UNO
Los familiares de los siete pescadores desaparecidos tras el accidente entre la embarcación Bruma y el buque Cobra de Blumar continúan exigiendo respuestas, denunciando posibles conflictos de interés y negligencias en la investigación. Según Claudia Urrutia, representante de la Asociación Gremial Bacaladera del Maule, sospechan de financiamiento de campañas políticas por parte de Blumar y vínculos laborales con altos mandos navales. Además, expresó preocupación por la relación entre la fiscal a cargo y el abogado defensor de la empresa, lo que considera un conflicto ético. Pese a la evidencia que señala al buque Cobra como clave en el caso, las familias lamentan la falta de avances y acusan a la empresa de intentar trasladar la responsabilidad a los pescadores desaparecidos.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesSigue la lucha de los familiares de los siete pescadores desaparecidos tras el accidente de la embarcación artesanal Bruma y el buque industrial Cobra, perteneciente a la empresa Blumar.
Esta vez, no solo exigen respuestas, sino que también denuncian un posible conflicto de interés y negligencias que habrían frenado el esclarecimiento de los hechos.
Según consignó Meganoticias, Claudia Urrutia, vocera y representante de la Asociación Gremial Bacaladera del Maule, advirtió que el proceso investigativo podría estar comprometido.
En conversación con medios locales, reveló que hay sospechas de que Blumar habría financiado campañas políticas, además de mantener vínculos laborales con ex altos mandos navales. Para ella, estos antecedentes empañan la transparencia del caso.
La dirigenta también expresó su preocupación por el rol del Ministerio Público, ya que afirmó que la fiscal a cargo tendría una relación personal con el abogado defensor de la empresa, lo que, en su opinión, representa un conflicto ético grave.
"La Fiscalía no está cumpliendo con su deber", lamentó.
Recordemos que el día del accidente, la lancha Bruma operaba en una zona permitida para la pesca artesanal, dentro del límite de cinco millas desde la costa.
“Nos dimos cuenta de inmediato que algo grave había pasado. La lancha tenía antena Starlink, pero desde la madrugada del 30 de marzo no hubo más señal”, explicó.
Días después, al consultar el sistema de seguimiento de naves del Servicio Nacional de Pesca, Urrutia notó un dato inquietante: la única embarcación cuya trayectoria coincidía con la de la Bruma, por hora, dirección y velocidad, era el Cobra.
Esa información, sostuvo la representante, debería ser clave para el caso.
Pese a ello, aseguraron que los avances han sido mínimos, y las familias acusan que la empresa busca trasladar la responsabilidad a los propios pescadores desaparecidos.
“Tenemos las pruebas para decir que se cumplió absolutamente con toda la normativa vigente", sentenció la vocera.