Excompañera de imputado por homicidio en Graneros reveló detalles de su infancia: "Nunca imaginé..."

La mañana de este jueves, en Contigo en la mañana conversaron con una excompañera de colegio Gonzalo Quiroz, uno de los imputados por el asesinato de Rodrigo González y Carolina Calleja en Graneros.

Recordemos que el hecho ocurrió el 12 de marzo, cuando un grupo de sujetos ingresaron a una parcela y cometieron un doble homicidio.

La mujer, a quien llamaron Camila para guardar su privacidad, contó que estuvo en el mismo curso de Quiroz desde prekinder hasta séptimo básico.

"Él era muy tranquilo, travieso, como todos los niños, pero después se cambió a otro colegio de la comuna, un lugar muy conflictivo", recordó, y comentó que actualmente, Quiroz tendría alrededor de 22 años de edad.

De hecho, recalcó que "en ese colegio había peleas, había tráfico. Está al medio de las poblaciones de Graneros. Muchos de los que conozco que han estado en este colegio son parte del mundo de la delincuencia".

"Nosotros íbamos en un colegio que se preocupaba mucho de los alumnos, era cercano a las familias, nos cuidaban. Pero él quedó repitiendo y ahí se cambia de colegio, después de primero medio y se perdió en el mundo de la delincuencia", comentó.

Camila recordó que Quiroz "tenía buenas notas hasta quinto básico, era buen compañero, participaba harto, un niño totalmente normal. Después, yo creo que por el entorno donde él vive, que es una población punto rojo de Graneros, se perdió completamente".

El cambio del imputado por crimen de Graneros

"Cuando lo vi en fotos, me comuniqué con otros excompañeros y me dijeron acuérdate que él estaba en la 'banda de los países' que operaban como en La Casa de Papel", explicó.

La joven reconoció que "nunca me imaginé que iba a terminar así, porque él era súper cariñoso, cercano a nosotros, muy bueno para jugar a la pelota, ese era su mundo".

"No sé qué habrá pasado en su vida o el contexto del colegio, que es muy malo. Ahí había niños de poblaciones de Rancagua que eran muy malas y yo sé que él vivía en una población en un punto rojo de la comuna", manifestó.

De hecho, "muchos compañeros que iban a su casa a hacer trabajos, terminaban no queriendo volver, porque veían que en las plazas había gente adulta fumando, traficando, no había niños jugando".