Dichos de exencargado de compras complican a Cathy Barriga por presunto desvío de fondos y presiones

El exencargado de compras del municipio de Maipú, Juan Reyes, denunció presiones y desvíos de fondos durante la gestión de Cathy Barriga.

En su testimonio, relató compras irregulares, favores a proveedores, pagos en efectivo y mal uso de recursos municipales.

Según detalló a El Mostrador, al llegar al municipio en 2017 detectó que “estaban sacando dinero de la alcaldía”.

Reyes manejaba la caja chica, destinada a gastos menores a 100 UTM. Cualquier monto mayor requería un Certificado de Disponibilidad Presupuestaria (CDP).

Uno de los hechos que denunció involucró a César Saavedra Robles, cercano al administrador Felipe Contreras, quien le pidió beneficiar a una empresa.

“Como me parecía extraño, me negué”, dijo. “Entonces César me explicó que parte del dinero llegaba a los altos cargos”. Agregó que no le nombró responsables, pero infirió que se trataba de directores, administradores y la propia alcaldesa.

Tras el episodio, Reyes pidió reunirse con el diputado Joaquín Lavín León. Coordinó el encuentro el asesor de comunicaciones, Érick López.

Durante esa cita, el exfuncionario explicó las presiones. Lavín Jr. respondió: “A Cathy no le gusta que me meta en sus asuntos”.

En 2019, Reyes aseguró haber visto a Luis Japaz, asesor de la alcaldía, entregando dinero en efectivo a una estafeta.

“Eran sumas cercanas a los $500 mil mensuales”, afirmó. “No sé a qué cuentas iban, pero lo hacía con regularidad”.

Según relató, Japaz le ordenaba qué comprar y a qué proveedores, a pesar de no contar con las facultades para ello. “Si me oponía, me iban a desvincular”, sostuvo.

Además, Reyes habló sobre Julio, un mayordomo que atendía personalmente a la alcaldesa. Él y su esposa estaban contratados a honorarios.

Otro hecho que calificó como grave, fue un banquete facturado por Gastronómica Santa Inés Limitada, por casi $16 millones en 2018.

El evento se vinculó a la fiesta costumbrista del adulto mayor, pero Reyes asegura que Barriga lo utilizó para invitar a su esposo.

“Muchas veces, los funcionarios ponían dinero de su bolsillo para las compras personales de la alcaldesa”, señaló.

Recordó haber comprado algo para ella por $10.000. “Me dio rabia la situación”, confesó.

"No tenía cómo justificarlo"

Finalmente, relató que entregó en mano a Barriga un giro global de $700.000, a nombre de Maritza Velásquez, funcionaria de confianza.

“Le recordé que me debía $10.000 y me los pasó desde ese mismo dinero”, dijo.

Afirmó que Maritza no sabía cómo respaldar el gasto. “Ese dinero debía rendirse, pero no tenía cómo justificarlo”.