Una figura controversial en la historia de Chile es sin duda la de Lucía Hiriart, esposa del dictador Augusto Pinochet.
La mujer llamaba la atención por tener un carácter fuerte y por influir de sobre manera en las decisiones de su marido.
Asimismo, estuvo bajo la mirada de la justicia por el caso de corrupción al interior de CEMA-Chile, el centro de madres que Hiriart encabezó.
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“Ella movilizó esto cada vez que fue necesario demostrar apoyo político y social a la dictadura. Al principio no estaba preocupada por los recursos. Sí de construir un ejército de mujeres que era su zona de influencia”, señaló Alejandra Matus, según consignó Efe.
De acuerdo a lo que se exhibió en un capítulo de Informe Especial en 2016, titulado El Cema de Doña Lucía, ella asumió el discurso de formar a las chilenas en el cuidado del hogar y de sus hijos.
De hecho, fue en un especial del noticiero 60 minutos, donde habla de sus hijos y de cómo eran.
“A Lucía Hiriart el trabajo doméstico le venía pésimo, se levantaba no antes de las 10 de la mañana. No le gustaba hacerse cargo de las labores del hogar”, señaló Matus en el informe.
Lucía Hiriart y sus inicios con Pinochet
Según señaló la periodista en Informe Especial, “antes del golpe Lucía lo pasó mal en su relación con Pinochet. Toda su energía siempre estuvo canalizada en hacer de Pinochet el hombre de sus sueños”.
Y así lo dejó entrever la misma Lucía en pantalla en 1975, donde contó que antes de la dictadura, Pinochet tenía un sueldo “bastante bajo”.
“Mientras mi marido estuvo siendo alumno de la academia de guerra durante tres años, tuve que afrontar todo y me daba el sueldo íntegro, que era bastante poco. Tuve que hacer de ministro de Hacienda y Economía juntos”, indicó.
“Nunca Pinochet estuvo a la altura de las aspiraciones de Lucía”, agregó Matus.
De hecho, la periodista contó las ofensas de Lucía hacia Pinochet, sobre todo antes de la dictadura y debido a que la había engañado.
“En un matrimonio en que el hombre ha sido infiel, esa es la pena constante de Lucía con Pinochet”, agregó.
Finalmente, sostuvo que “bastaba cualquier incidente para que ella estallara en insultos hacia él, sobre todo antes del golpe. Le decía ‘milico de mierda´, ‘poca cosa’, ‘destinación de mierda que nos tocó’, etc”, cerró.
