Como “un día triste para La Moneda”, calificó la ministra vocera Camila Vallejo, la muerte de Rubén Armijo, funcionario de la Secretaría General de Gobierno.
El hombre, que se desempeñaba como sastre en el Palacio de Gobierno desde el 2000, era casado y dejó a dos hijos, luego de fallecer repentinamente, debido a un infarto.
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“Infinitas gracias por los años de trabajo dedicados a este lugar, por su cercanía y permanente alegría. Mis sentidas condolencias para su familia y amigos”, agregó Vallejo en sus redes sociales.
Hoy es un día triste para La Moneda, pero en particular, para todas y todos quienes formamos parte de @voceriagobierno. Ha partido don Rubén Armijo, querido funcionario histórico de nuestro ministerio. Infinitas gracias por los años de trabajo dedicados a este lugar, por su…
— Camila Vallejo Dowling (@camila_vallejo) July 18, 2023
Cabe señalar que cerca de las 8 de la mañana, el trabajador de 57 años comenzó a sentirse mal, siendo trasladado a la Posta Central, donde finalmente perdió la vida.
Exministros recuerdan a Rubén Armijo
“Rubén era un hombre increíble, siempre atento y preocupado. Con una sonrisa a flor de labios y una disposición de oro”, dice Karla Rubilar a LUN, recordando al hombre que la sacó de apuros en más de una ocasión.
“Me salvó en innumerables oportunidades cuando tenía algún evento flash y la ropa tenía algún detalle que arreglar urgentemente”, agregó la exsecretaria de Estado.
Asimismo, indicó que “él siempre tuvo su mano irremplazable para estar impecable. Muchos lo extrañaremos”.
Otro que rememoró anécdotas con Rubén, es Jaime Bellolio, exministro de Sebastián Piñera.
“Me salvó al menos dos veces de pantalones rajados, de esos que estaba un poco desuso en pandemia y así evitar pasar vergüenza en alguna actividad”, recordó.
“Cada vez que pasó, se reía mucho y partía raudo a solucionarlo”, añadió.
Por su parte, Claudio Pontillo, exjefe de Avanzada Presidencial de Piñera, manifestó que “Rubén era muy querido por todos quienes lo conocían, que iba mucho más allá de la Segegob. Es una gran pérdida”.
“Cada vez que hablábamos, recuerdo que siempre hablaba de su mamá, siempre andaba pendiente de ella, lo que habla muy bien de Rubén como persona”, acotó.
Por último, sus cercanos también contaron que “pasaba con ropa colgada en el brazo. Fuimos muchos a los que nos salvó con parches, remendadas y cosidas express”.
