Como un alumno destacado y con un promisorio futuro, así fue descrito en el pasado Erasmo Moena Pinto, quien se convirtió en el temible Psicópata de Placilla.

Con una buena educación en el colegio penquista San Pedro Nolasco, el “canario”, sobrenombre impuesto por sus compañeros debido a su melena rubia, su vida dio un enorme vuelco tras caer en el mundo delictual y de las drogas.

Según consignó La Cuarta, su primer ilícito lo cometió en 1990 a los 20 años, luego que robara un almacén, recibiendo una pena de 541 días de cárcel, la que fue remitida debido a que era primerizo.

Una vida marcada por los excesos

Tras radicarse en la comuna de Coelemu a los 21 años, comenzó su desenfreno lleno de fiestas, alcohol y drogas, lo cual lo marcó completamente.

En dicha localidad, conoció a Marco Antonio Cortés, con quien comenzó a convivir, manteniendo una secreta relación sentimental que Erasmo siempre negó.

Por motivos desconocidos, el 27 de agosto de 1991, la supuesta pareja de Moena desapareció misteriosamente.

Con respecto a este crimen, indicó el citado medio, Erasmo, junto a un grupo de amigos, descuartizó y después quemó el cuerpo de Cortés, restos que nunca fueron hallados, lo que llevó a que el “canario” no pudiera ser condenado por tan macabro crimen.

Como una bola de nieve, el protagonista de esta historia no se detuvo con sus fechorías, es así como con tan solo 23 años, recibió 10 años de cárcel por los delitos de robo con sorpresa, mientras que en prisión recibió una pena adicional de 5 años por tráfico de drogas.

Asimismo, en 2007, nuevamente resultó detenido tras violar a una mujer en Mulchén, obteniendo un nuevo fallo por 3 años de presidido.

Los macabros crímenes de Erasmo Moena Pinto

Tras salir en libertad en marzo de 2010, Moena violó a tres mujeres, una de ellas menor de 10 años. En abril del mismo año, y luego de eludir a la justicia, el sujeto cometió dos nuevos y horrendos crímenes.

Según consignó TVN, el individuo se trasladó hasta Placilla, región de Valparaíso, en donde publicó un aviso de trabajo por un sueldo de un millón de pesos.

Esta oferta la vieron Loreto López, de 39 años, y Andrea Cuape, de 44, ambas de Santiago, las cuales se reunieron con Erasmo en el terminal de buses de la ciudad jardín.

Tras juntarse con las víctimas, el hombre las llevó hasta donde supuestamente estaba ubicada la empresa que las contrataría.

No obstante, mientras iban al lugar, atacó sexualmente a las víctimas para luego asfixiarlas, ocultándolas en una zona boscosa y tapándolas con ramas.

Tras una intensa búsqueda de parte de la policía, el ‘Psicópata de Placilla’ fue arrestado y condenado a más de 60 años de prisión por sus crímenes, informó en aquel entonces BioBioChile.

Violó y estranguló a 2 mujeres con falsas promesas de empleo: la historia del Psicópata de Placilla
Agencia UNO | Juicio de Erasmo Moena Pinto

Las confesiones del Psicópata de Placilla

En conversación con el matinal La mañana de Chilevisión en 2017, Moena se refirió a estos horrendos asesinatos que impactaron a Chile, incluso confesando sentirse como “un monstruo, peor que Hannibal Lecter en la película de El Silencio de los inocentes“.

“Nunca pensé cómo personas con criterio formado, si una tenía 39 y la otra 41, iban a venir a pegarse el pique. Lo encontré ilógico y ahí empezó lo ilógico que empecé a hacer yo“, expresó.

“Me provoca ruido el no saber por qué tengo esta falta de empatía con el resto de las personas. Quiero saber qué es lo que tengo, si es un daño en mi cerebro o está en mi ADN que soy así”, reflexionó.

Finalmente, Erasmo habló de sus delitos señalando que “no creo en el arrepentimiento. Si me arrepintiera, no habría venido a esta entrevista. Para mí existe el arrepentimiento antes de, pero después solo existe no cometer errores”.

“A lo mejor no me van a perdonar nunca, pero tampoco me interesa su perdón, porque en un sentimiento de padre no existe ese perdón”, concluyó, en referencia a las familias de las víctimas.