Tras la denuncia contra el sacerdote Felipe Berríos, se dieron a conocer nuevos detalles de la acusación por hechos de connotación sexual.

El 29 de mayo pasado la Compañía de Jesús recibió la denuncia contra el cura, que al día siguiente se autodenunció.

A más de un mes de este hecho, CHV Noticias dio a conocer que la investigación incluiría a otras 10 personas que se suman a la acción canónica.

“Se nos empiezan a acercar personas, tras el primer caso, amigas de ella, gente cercana. Personas que ven la noticia y dicen ‘pucha, a mí, igual me pasó'”, explicó Juan Pablo Hermosilla, abogado de la Fundación para la confianza.

Tras la primera denuncia, aparecieron otras cuatro. A la fecha, serían más de una decena de víctimas por hechos de connotación sexual cometidos por el reconocido sacerdote jesuita.

Si bien las acusaciones se dan a conocer cuando la primera presunta víctima es mayor de edad, los abusos habrían ocurrido cuando era menor de edad, por lo que se reclama por abuso de conciencia, de poder y sexual.

“La vi muy angustiada, por haber vivido esta situación tan terrible. Me parece que su relato es completamente creíble”, detalló Marcela Aranda, víctima del fallecido sacerdote Renato Poblete, quien conversó con la denunciante.

“Ella me expresó que lo hizo (denunciarlo) con temor, temor por enfrentarse a una figura tan importante”, agregó.

En el caso de sacerdote Berríos, según el abogado Hermosilla, la mujer describe tocamientos y delitos propios del abuso sexual.

Además, se detalló que solo hizo la denuncia de forma canónica, y no en los tribunales ordinarios.

“Hay una desconfianza en el sistema, partiendo por las policías, el trabajo del Ministerio Público y la demora en los resultados”, dijo el abogado.

La Fundación para la confianza trabajó 8 meses con la primera víctima, para que pudiera verbalizar el relato de lo ocurrido con Berríos, que fue en ambientes donde cumplió rol de confesor, asesor espiritual y en lugares como colegios o fundación Techo.

Detalles de la autodenuncia de Felipe Berríos

El 30 de mayo, el sacerdote se autodenunció tras ser comunicado de esta acusación. Eso permitió que se hiciera pública, ya que todas estas acusaciones bajo secreto canónico se mantienen privadas.

“Más que un acto de buena fe, me parece que esto es una medida comunicacional y de intimidación para que no salgan más personas a denunciarlo”, explicó Hermosilla.

Cabe mencionar que tras la autodenuncia penal, no ha habido ratificación de los testimonios bajo esta vía, por lo que la Fundación para la confianza aún evalúa qué paso seguir.