La Policía de Investigaciones detuvo a una mujer que obligaba a jóvenes extranjeras, específicamente paraguayas, a ejercer la prostitución en precarias condiciones en Copiapó, región de Atacama.

La involucrada habría operado en la zona por cerca de siete años en la zona norte del país, donde contactaba a mujeres para ofrecerles trabajo en Chile. No obstante, una vez que llegaban se percataban que todo era una estafa y eran explotadas sexualmente.

De hecho, la mujer les cobraba a las víctimas los pasajes, estadía y comida, mientras ella manejaba la red de prostitución en dos departamentos ubicados en el centro de la ciudad.

Tal era el abuso de la detenida identificada como Antonia Báez, que según informó 24 horas, tenía cámaras de seguridad en el lugar para vigilar a las jóvenes.

“Ellas vivían hacinadas y empezaron a tener conflictos con la captadora”, señaló el subprefecto Giordano Lanzarini, funcionario de la Brigada de Trata de Personas de la PDI, quien aseveró que serían cerca de “38 mujeres que llegaron a nuestro país”.

Cabe señalar que la imputada pasó esta semana a formalización por los delitos de facilitación a la prostitución internacional reiterada, por lo que se le decretó la medida cautelar de prisión preventiva.