Cerca de las 16:00 horas, y tras una extensa jornada de velatorio, el cortejo fúnebre del pequeño Tomás Bravo llegó hasta el cementario de Arauco, región del Biobío, para que cercanos y su familia pudiesen dar su último adiós.

Al funeral asistieron docenas de vecinos y amigos, quienes acudieron para apoyar a los padres del menor de edad, quien recordemos fue hallado muerto tras estar 9 días desaparecido en febrero recién pasado.

Allí, las personas llegaron con globos, carteles e incluso algunos niños disfrazados para dar alegría al último adiós del pequeño, como solicitó previamente su madre Estefanía.

De hecho, se repitió el panorama del día anterior, cuando la familia recibió el cuerpo de Tomás Bravo, tras casi 2 meses de su hallazgo, mientras sus restos eran periciados por el Servicio Médico Legal.

En tanto, durante toda la jornada los asistentes demandaron “Justicia para Tomás”, con el fin de que pronto se pueda dilucidar su causa de muerte y dar con los responsables del crimen que le quitó la vida.

Cabe mencionar, que el cortejo fúnebre llegó solo hasta las afueras del lugar, pues una vez que llegó la carroza con el cuerpo del pequeño solo se quedó la familia.

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