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Wenceslao Vargas, último sobreviviente de la Esmeralda y a quien Fernando Godoy interpretó en el cine

Archivo Nacional

Este 21 de mayo se conmemora el aniversario 141 del Combate Naval de Iquique, uno de los enfrentamientos más importantes ocurridos durante la campaña naval de la Guerra del Pacífico, y que para ningún chileno debería resultar ajeno, pues es pasaje obligado de las clases de Historia.

Y es en este escenario que aparece un gran personaje, que además ayudó a conocer detalles de este importante momento.

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Se trata de Wenceslao Vargas, marino y militar chileno, último sobreviviente de la tripulación de la corbeta Esmeralda, quien dejó como legado antes de su muerte a los 96 años en 1958, algunas historias de cómo los marinos chilenos vivieron este enfrentamiento.

Wenceslao tuvo un paso por Perú, donde desempeñó diversas labores de construcción y marineras de acuerdo al portal El Ovallino, y desde donde fue deportado en 1879 cuando se desencadenó la crisis diplomática entre Chile y Bolivia, que terminó con la ocupación chilena de Antofagasta el 14 de febrero de ese año, estallando este histórico conflicto, lo que convirtió en todo un héroe a Vargas, pues se enroló a la Armada y fue destinado como grumete a la Esmeralda.

Academia de Historia Naval y Marítima de Chile | Facebook

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Tras el Combate Naval de Iquique, Vargas fue rescatado junto a otros marineros chilenos, y tomados prisioneros por los tripulantes del Huáscar. Tras seis meses y algunas negociaciones fue liberado. Así lo relató a La Voz del Norte, Elvira Vargas, una de las 11 hijos del marino.

“Él tenía 16 años. Nos contó que durante el combate estuvo a cargo del cañón seis. Después del combate lo hicieron prisionero. Pero hay cosas que se inventan, por ejemplo que él saltó al abordaje… y eso no fue así. A él lo rescataron del mar, donde se mantuvo flotando gracias a alguna tabla, él sabía nadar bien. Después los tomaron prisioneros… luego hubo un intercambio de prisioneros y volvió”, contó.

La mujer también reveló el recuerdo que su padre guardaba de Arturo Prat. “Mi padre me decía que Prat era un caballero y había sido un muy buen capitán, y recordaba que antes del combate se preocupó de que toda la tripulación hubiese desayunado. Eso es algo que mi padre siempre destacaba”, contó.

Cabe mencionar que este momento de la historia naval de nuestro país fue retratado en 2010 en el cine, con la película Esmeralda, que recrea las 24 horas previas al combate a través del testimonio del grumete Wenceslao Vargas, último sobreviviente de la corbeta, quien fue interpretado por el actor nacional Fernando Godoy.