Con cinco miembros de su núcleo familiar muerto, un niño de nueve años fue condenado el martes, en Illinois (EEUU), de asesinato en primer grado tras prender fuego de manera intencional a su casa.
Debido al siniestro, ocurrido el 6 de abril en el Parque Timberline (en Goodfield), fallecieron dos de sus hermanos y un primo, además de su bisabuela y el novio de su madre.
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“Fue una decisión difícil”, dijo el fiscal estatal del condado de Woodford, Greg Minger. De todas maneras el menor cuenta con el apoyo de Katrina Alwood, su madre, ya que el niño tendría una esquizofrenia y trastorno bipolar, enfermedades diagnosticadas hace poco.
“Es una tragedia, pero al final se está acusando a una persona muy joven de uno de los delitos más graves que tenemos”, dijo la mujer al Journal Star al asegurar que su hijo “no es un monstruo”.
Katrina, quien alcanzó a escapar de las llamas, lamentó no haber podido salvar a los demás integrantes de su familia. Debido a ello perecieron un bebé de un año, dos pequeños de dos años, su pareja de 34 y una anciana de 69 años.
“Me paré en la ventana y les dije a mis hijos que lamentaba no poder salvarlos. Les dije que mami estaba justo ahí y que los amaba. Si hubo suerte, escucharon eso”, contó la madre del acusado en una entrevista a CBS News.
La defensa de Alwood hacia su hijo es férrea. “La gente comete errores, y esto es eso”, aseguró al indicar que su hijo es un niño amoroso. “No es algo por lo que tenga que arruinar su vida”, agregó.
Si bien en el estado de Illinois existe desde 1899 un tribunal especial para niños, el pequeño no irá a la cárcel tras ser declarado culpable del crimen por el juez. “Debido a la edad, la libertad condicional es el único resultado que se puede obtener”, explicó el fiscal.
Cabe precisar que la condena del pequeño será de cinco años, pero no podrá extenderse más allá de los 21, cuando el imputado alcance la mayoría de edad.
