Una tarea que se volvió difícil de superar fue la de encontrar billetes de baja denominación en los más de 7 mil cajeros automáticos existentes en el país. Muchos de ellos no entregan montos de $1.000, $2.000, e incluso de $5.000, lo que ha generado escasez de ellos en el comercio.
Debido a esto, el Banco Central analizó algunas fórmulas para reintegrar estos valores a los dispensadores automáticos y darles una mayor circulación, y evitar así que las personas deban pagar con billetes de mayor valor en recintos comerciales, situación que tiene a muchos de ellos casi sin vuelto.
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Recordemos que fue en 2015 cuando comenzó la baja de estos circulantes, luego que se emitiera una ley que obliga a los bancos a mantener sus cajeros disponibles con dinero en un 98% del tiempo. También coincidió el alza en los robos de cajeros, lo que hizo normal que estas máquinas estuvieran con carteles de “fuera de servicio”.
“Hoy tenemos el dilema de tener una entrega a la gente de billetes de denominación alta y por eso hay escasez de vuelto en el comercio. Entonces, estamos trabajando para que de alguna manera vuelvan a poner esas denominaciones bajas”, dijo a Las Últimas Noticias la gerenta tesorera del Banco Central, Cecilia Feliú.
Pero tener billetes más “chicos” implica mayor gasto respecto a la logística en el traslado del dinero, lo que es responsabilidad de las entidades bancarias. “La idea es que nosotros paguemos el transporte para llegar a alguna ciudad, pero ellos (los bancos) pongan los billetes (en los cajeros)”, agregó Feliú.