Juan Arancibia falleció el 22 de octubre del año pasado, luego de haber sido operado en el Hospital de Coquimbo de un cáncer colorrectal.

Fue en mayo de ese año cuando comenzó todo, y recibió una orden de carácter urgente para realizarse una colonoscopía por un prediagnóstico de cáncer. Sin embargo, le dijeron que no había fecha y que solo tenía que esperar a que lo llamaran.

Lo anterior, con la finalidad de ingresar al plan AUGE, puesto que sin el examen no podría comenzar el proceso.

“Pasamos por montones de médicos y al final se hizo la colonoscopía en un centro clínico privado en el mes de junio, que detectó una formación cancerosa. Luego el especialista Eustaquio Peña lo atendió en julio y dijo que podía entrar al AUGE”, detalló Elena Mancini, viuda de Arancibia al diario El Día.

Tras el fallecimiento del esposo, su mujer trató de vivir el duelo y superar el proceso, hasta que recibió un llamado de parte del Hospital de La Serena, informando que le habían asignado a su difunto esposo una hora para hacerle una colonoscopía.

Eliana sostuvo que el contacto le trajo recuerdos, puesto que si no hubiesen realizado el examen por el sistema privado, se habrían enterado un año más tarde del cáncer.

El presidente regional del Colegio Médico, Rubén Quezada, señaló al medio que la situación se debe a la falta de especialistas y equipamiento en los centros de salud.

Además, reconoció la existencia de las brechas que existen en la salud del país. “El sistema público tiene tan buena calidad y criterios de diagnóstico como el sistema privado, el problema está que el primero atiende al 80% de la población con menos de la mitad de los recursos, mientras que el segundo atiende al 20% restante con más de la mitad de los recursos, y esto se ve reflejado en los tiempos de espera”, expresó.