Gran revuelo causó el velorio de un joven que se desarrolla desde principios de semana en Conchalí. Fuegos artificiales, fogatas y la intervención de Carabineros con bombas lacrimógenas en el barrio, han generado conmoción.
Se trata de la despedida de Bastián López Reyes, joven de 19 años que murió en la puerta de su casa el pasado domingo, tras recibir 10 impactos de bala por un ajuste de cuentas por narcotráfico.
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Fue pasada las 2:00 horas de este miércoles, cuando se generaron nuevos desórdenes en el lugar, por lo cual Fuerzas Especiales actuaron con sus carros lanza aguas y gases para controlar el orden público.
Sin embargo, este no fue el único aspecto que causó impacto sobre el caso. La carroza fúnebre con el cuerpo de López, fue llevado desde Santiago hasta Chillán, para que su madre pudiera despedirse de él.
La progenitora de la víctima se encuentra recluida en el Centro de Cumplimiento Penintenciario (CPP) Chillán, hasta donde ingresó el féretro, esto luego que el Juzgado de Garantía de Santiago lo autorizara.
Según consigna el medio local La Discusión, la despedida se desarrolló sin inconvenientes y fue resguardada por personal policial. Posteriormente el carro fúnebre salió del recinto penitenciario, y retornó a Santiago para la realizar la sepultura.
Cabe señalar que los Jefes de los Establecimientos penitenciarios pueden autorizar, con vigilancia, la salida esporádica de los internos, para que visiten a sus parientes en caso de enfermedad, accidente grave o muerte.