El medio colombiano El Tiempo entregó nuevos antecedentes del caso de la carabinera chilena que desapareció en Colombia, tras visitar a su novio en dicho país, a finales de marzo de este año.

En una entrevista realizada al novio de la mujer, el colombiano Juan Valderrama Amézquita, que dio detalles del día en que vio a Ilse Ojeda González por última vez, confesó en exclusiva que tenía otra relación amorosa mientras estaba con la chilena.

Cómo se conocieron

En la entrevista, Juan contó cómo conoció a Ilse en nuestro país. “Nos conocimos gracias a que yo entré a trabajar al Club de Carabineros de Chile, en un club de gastronomía” precisó.

“Gracias a un amigo colombiano y a otra amiga nos contactamos. Yo vivía un poco lejos en Chile, por lo que ella me ofreció hospedaje en su casa, porque ella estaba viviendo en un departamento fiscal… Y ahí comenzamos a contactarnos telefónicamente, ella me empezó a llamar, comenzamos a conocernos”.

Ella siempre ha sido una mujer bastante sola, y yo le contestaba y hablábamos… y así terminé mudándome para su casa“, confesó el colombiano, cuya estadía duró 8 meses en nuestro país, luego de tener que regresar a Colombia tras complicaciones familiares, dejando a la carabinera.

“Me vine para Colombia por una situación familiar. Después de llegar, ella me contactó por WhastApp después de un tiempo y hablamos de nuevo. Me dijo que se quería retirar y que se quería venir a trabajar para acá, porque la situación en Chile estaba complicada“.

Ayuda económica

Uno de los antecedentes que se tenía del caso era que Ojeda le entregaba ayuda económica a Valderrama, información que él mismo afirmó: “Estando acá ella me ayudaba económicamente. Cuando yo no tenía ella me decía que me iba a mandar dinero para que yo tuviera algo y yo no me negaba al asunto“.

Supuesta violencia y planes de matrimonio

Los familiares de Ilse en nuestro país indicaron que la mujer habría sufrido violencia física por parte del colombiano, hecho que él niega. Sin embargo, señaló una situación de este tipo que vivió junto a la mujer.

“Con ella pasaba mucho tiempo, compartíamos, tomábamos, disfrutábamos… Una vez me dijo ‘yo sé kung fu’ y en esa nos pusimos a jugar y la lastimé un poquito en el dedo. En la sobada que le hice después, que fue demasiado dura, le terminé esguinzando un dedo”.

En su declaración, el hombre además afirmó que a pesar del escaso tiempo de relación que mantuvieron, pensaron alguna vez en casarse. Sin embargo, y tras las recomendaciones de un amigo de los dos, no lo llevaron a cabo.

“Alguna vez (lo hablamos). Ella me había dicho que lo hiciéramos para una diligencia de mis papeles, pero quedamos en que no, porque un compañero de ella del club me dijo que no me casara con ella, por diversas razones”, admitió.

El día de la desaparición

“Ese día madrugamos y fuimos a buscar unos materiales. Fuimos en taxi y en el camino ella dijo que quería tomar algo, así que el chofer nos llevó cerca de ahí para hacerlo”, confesó Juan, al ser consultado por los detalles del último día que vio a Ilse.

“Resulta que ahí me entró una llamada de otra persona con la que yo tenía algo y eso fue lo que destapó todo… intenté detenerla pero fue difícil, no fue posible, me fui a pagar la cuenta y cuando me devolví ya no la pude encontrar”, señaló.

“Pensé que se había ido a la casa, pero llegué allá y no llegó… Eso fue el 29 de marzo”.

“Después yo supuse que se había ido para Chile, porque ahí tiene a su familia, su pensión… pasó el tiempo y cuando hablé con la mujer de su hijo me dijo ‘ella no está acá, ¿qué pasa? ¿dónde está? no nos hemos comunicado con ella’… y ahí me entró el terror”.

Infidelidades y los 30 millones que faltan

Al preguntarle si la razón por la cual la carabinero decidió abandonarlo fue por una supuesta infidelidad, Juan no lo negó. “Sí, me vi con ella y por esa cuestión Ilse decidió marcharse, me dejó botado”.

Al consultarle por los 30 millones de pesos que la familia de la mujer alegó que ella tenía en su posesión al momento de desaparecer, el colombiano señaló que sabía del dinero, sin embargo, gran parte de él ya había sido gastado.

“Era una cantidad considerable y nosotros vinimos acá y tuvimos muchos gastos: los pasajes, nos tocó quedarnos días de más en Santiago y nos tocó pagar multa, hartas cosas… fue un gasto considerable”.

No era toda la plata que dicen ellos, pero el día en que ella desapareció cargaba su plata, incluso dijo ‘este man no se va a ir con otra vieja con mi plata’ y ella andaba asegurada. Ese día arrancó y llevaba el capital más grande“.

Y señaló: “Lo más jugoso que tenía ella se lo llevó de una vez, y acá estamos, con los proyectos a medias… Solo esperamos a que ella aparezca y que dé razón de su desaparición, yo creo que está escondida en algún lugar”.