El viernes pasado autoridades de Indonesia detuvieron a un joven ruso en el aeropuerto de Denpasar, Bali, cuando descubrieron que en una maleta ocultaba a un orangután de dos años de edad.
Andrei Zhestkov drogó al animal con pastillas antialérgicas para sedarlo, y luego lo colocó en una canasta, como si fuera un bebé, envuelto en sábanas. Además, en la maleta se encontraron a dos geckos y cinco lagartijas.
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En este contexto, Zhestkov declaró que el orangután fue un regalo de un amigo, que lo compró por 3.000 dólares (más de 2 millones de pesos chilenos) en un mercado callejero de Java, isla de Indonesia.
Actualmente el joven enfrenta cargos que podrían costarle 7.000 dólares (más de 4 millones de pesos chilenos) en multas y hasta cinco años de prisión.
Cabe destacar que los orangutanes están clasificados como especies en peligro, y se estima que quedan menos de 100.000 de ellos vivos. Se estima que podrían desaparecer en los próximos 50 años si no se toman medidas al respecto.
Lamentablemente su hábitat natural se ve amenazado por el avance de los campos de cosechas, y ataques que sufren a manos de granjeros y cazadores furtivos.
